sábado, 22 de diciembre de 2012

¡Ser Navarretense! ¡Es un honor, un orgullo!
  Por: Dionny Cabrera Pérez       correo: dionnycabrera@hotmail.com

  
Porque como dijo Marti: "El sol quema con la misma luz con que calienta. El sol tiene manchas, los desagradecidos no hablan más que de las Manchas. Los agradecidos hablan de la Luz".
                                                
Navarrete, Julio 24 2011- No hay duda que Navarrete es una comunidad atractiva, pegajosa, generosa, hermosa y noble. Esta desprendida y rumbosa tierra que nos vio nacer nos ha dado mucho más de lo que nosotros le hemos devuelto. Tierra esplendida con propios, inmigrantes y extraños, con quienes aquí nacimos como con aquellos que la adoptaron por circunstancias diversas, para cobijarse en su celeste techumbre y por supuesto, en sus tradiciones.
Navarrete, la tierra pródiga, dotada por la generosidad de Dios –no se si como sal, castigo o privilegio-, de todo aquello que el ser humano podría desear, ambicionar. Tierra Amada y venerada por sus hijos auténticos, pero también tierra traicionada. Porque la traición es lo que convirtió a nuestra tierra en el actual botín de quienes han ambicionado quedarse, adueñarse de ella como el trofeo del caudillismo de dinosaurios locales que, cual genoma humano y su ADN conforma la conducta de los políticos dominicanos desde el siglo XIX.
La desorganización morfológica de sus espacios habitables, las rivalidades político-sociales -hijas del atraso social y educativo de sus principales actores socio-políticos-, porfías y querellas que no son nuevas, la han mantenido de alguna manera secuestrada políticamente. Nuestra tierra, por su estratégica localización geográfica, esta predestinada seguramente a ser una Comunidad Pujante, Grande, si cortáramos la raíz a esa pobreza material y espiritual en la que la mantienen sumida el grupúsculo de degenerados que la gobiernan en cada turno.
Y justamente, esa forma y/o manera en que los políticos analfabetos ejercen su gobierno local es una traición a este pueblo digno de mejor suerte. Porque no darle al pueblo bienestar y pensar en el beneficio personal solamente, es traicionar los ideales de quienes lucharon y ofrendaron sus vidas por dejarnos una tierra libre para convertirla en un proyecto de sociedad, vigoroso, que fuera el ejemplo ante los demás pueblos del país y del mundo entero.
Navarrete es el Nombre Definitivo de un pueblo Indestructible. Aquí, Trujillo asesinó a Eugenio Litgow, Pedro María Espaillat, Manuel Mera, Los hermanos Asencio, etc.; torturó en sus mazmorras a Ulises Francisco Espaillat, Manuelito Mera, Arsenio Mera, a Plinio Tavera, etc., etc. Igual el régimen de Balaguer liquidó a los combatientes antitrujillista y de Abril ’65: Rafael Cabrera –Talua- en la cárcel La Victoria, a Juany Bisonó Mera en una emboscada trapera tendida por el sargento De la Rosa, frente al Cuartel de la P.N. de aquí; mataron a Juan Guzmán en forma ruin y cobarde...Crímenes de lesa humanidad que nunca fueron investigados ni los asesinos traducidos a la acción de la justicia. Ya en la supuesta democracia, durante el gobierno de Guzmán-PRD fue torturado y asesinado en la antigua cárcel San Luis de Santiago el también combatiente de Abril del 65: Candelario –Cande-Polanco, acción dirigida por el criminal policial Paulino Reyes Deleón. Otro crimen cobarde fue el que se cometiera contra el dirigente del Falpo: Gabriel Torres, durante el gobierno de Hipólito-PRD.
Pero el record en crímenes alevosos, llenos de oprobios, bajezas y cobardías se lo han llevado los gobiernos de Leonel-Amantina. Como turbios y extendidos han sido sus periodos así de larga ha sido la lista de asesinatos ocurrido bajo sus fatídicos mandatos. Crímenes que hasta el pasado 30 de mayo 2011, con el asesinato de Emmanuel Cruz, se han llevado la vida de más de una larga docena de jóvenes. Y, a los que no pudieron asesinar –en su momento-, los mantienen bajo asedio y asechanzas en prisión acusados de falsos hechos, razón que los coloca en la categoría de presos de conciencia o presos políticos…
Por la generosidad de nuestras gentes, a nuestra comunidad la han saqueado siempre; desde el forastero o inmigrante ingrato, malagradecido que se robó parte de nuestra riqueza traicionando la amistad que los nativos le ofrecimos en forma solidaria, desinteresada o generosa o aliado a un Guacanagarix que nunca falta.
Y la siguen saqueando hoy día aquellos que, a través de los cargos públicos obtenidos por mendicidad, clientelismo y tramposerías groseras, abusando del Poder se han beneficiado ellos, sus íntimos y familiares del dinero del Contribuyente que nos corresponde a todos, valiéndose del nepotismo, la corrupción y la impunidad. Estos hombres y mujeres, los que han preferido traicionar Nuestra Pequeña Patria alimentando su desmedida ambición, antes que devolver lo que a todos nos pertenece.
Pese a todas esas mezquindades, ¡que acogedor y noble es nuestro Navarrete!, que es capaz de tolerar callado los insultos y groserías de una “hija bastarda”, de forasteras/os llegados con la remúa de encima y, hoy aseadas/os y poseedoras/res de bienes mal habidos alcanzados bajo este cielo inmaculado Navarretense, se creen con licencia para hacernos daño al gruñir vergüenzas cuando niegan su residencia aquí mintiendo ser de Santiago, cuando narran sin rubor el actuar cabizbajo de sus hijos sin carácter, genuflexos –idénticos a sus padres-, faltos de firmeza, poseedores de baja autoestima, tan grave que se atreverían negar a su madre. ¡Si no sienten orgullo de Ser Navarretense, es porque el origen de sus padres los hace también renegados!
Mi orgullo Navarretense me desborda en las fechas de domingo de pascua y resurrección –con la tradicional Quema de Nuestro Judas-; en el -ahora-, riesgoso carnaval; en Julio con nuestras Patronales y los Encuentros de Navarretenses Ausentes; en las fiestas navideñas, etc., renace en nosotros el honor, el orgullo de Ser Navarretense, al ver el espíritu de nuestra gente elevarse y ondear idéntico a la majestuosa bandera de nuestra Patria Grande, considerada la más bella del mundo, otra razón de nuestro orgullo, como lo son nuestros Símbolos Patrios que nos otorgan identidad Dominicana.
Cuánta emoción nos da el orgullo de ser Navarretense, esa inmodestia hace palpitar nuestro corazón en forma acelerada ante la felicidad que nos embarga cuando nuestros estudiantes, nuestros grupos de carnaval, de teatro, deportivos… obtienen medallas por sus altas calificaciones al final del curso, trofeos, medallas o carrera o premios por la incuestionable calidad y autenticidad de sus caretas o disfraces como ocurrió hace unos años, etc.
Cuánto orgullo nos da el saber, que a pesar de las limitaciones -ya sea económica o física- Navarretenses realizan su mejor esfuerzo para destacar, para vencer los obstáculos que se les presentan. Obstáculos que superan por iniciativas propias, sin referentes político oficialistas.
Cuánto orgullo nos da el conocer, que a pesar de las dificultades, la carencia de apoyo o atención del gobierno local vemos como Navarrete se llena de Plazas Comerciales, casas hermosas, tiendas, farmacias, mueblerías, talleres de diversas áreas, cafeterías, bancos comerciales, entidades de ahorros, seccionales de cooperativas, instituciones y entidades crediticias, etc., que hoy, en diferentes puntos de Navarrete germinan radiantes muy a pesar de las voces de velloneras que quieren meterle miedo a los imparables inversionistas por la existencia y la presencia de las Organizaciones Populares, las únicas que SIEMPRE han defendido –a costa de sus vidas y el riego de sus familias-, al sufrido y heroico pueblo de Navarrete.
Navarrete: pueblo indomable que siempre ha rechazado con ahínco el caudillismo despreciable de los lúmpenes y presumidos que han vivido a costa del Estado, entiéndase a costa del pueblo, por eso, como venganza de chancletudas, jeepetudos y oligarcas enquistados en el Estado-gobierno, hoy mantienen bajo las ergástulas moradas del régimen caudillista de Leonel-Amantina a TRES PRESOS POLITICOS, acusados de HECHOS FALSOS, con “Los Jueces Severino’s de la Berenice Reinoso", con expedientes pre-fabricados, como queriendo amedrentar al resto, pero se equivocan, la libertad se alcanza a cualquier precio. Y este no ha sido el primer régimen que ha pretendido encarcelar las ideas.
Y es que los hombres y mujeres de las Organizaciones Sociales y Populares han demostrado históricamente que aman a este pueblo, que les duele Navarrete. Con sus acciones, exigencias y reclamos ellos han hecho crecer a Navarrete, han hecho trascender a Navarrete más allá de sus fronteras y la bien ganada referencia de pueblo combativo, indómito, aguerrido y revolucionario. ¡Pésele a quien le pese y duélale a quien le duela! ¡Poco me importa la opinión del grupito de degenerados oportunistas, vividores e hipócritas que venden sus acomodadas opiniones!
¡Quien no nació aquí no puede amar a este pueblo con el mismo fervor que nosotros! ¡Y si nació aquí y no siente amor por, él no le duele que una camarilla de vándalos lo saquee haciendo prestamos ilegales y otros chanchullos; a esos que revisen su Genoma Humano, su ADN, que de seguro en sus ancestros orígenes es un forastero! Un traicionero de nuestra hospitalidad o un traidor de sus antepasados Navarretenses.
Lo he dicho en otras oportunidades y lo repito: ¡Ningún hijo, nieto o biznieto de Isidor Cabrera, Humberta Ulloa, de Florencio Batista, de José Espinal, de Fello Barranco, de Plinio Tavera, de Tatica La de Tango, de Eduardo Matias, de Batín Mercado, de Panchito Bueno, de Jaime Peña, de Bebito Pimentel, de Don Tomas Disla, de Gabino Pérez… y un larguísimo etc., ha violado, atracado, secuestrado ni ha estado vinculado a ningún tipo de delito criminal ni aquí ni fuera de aquí!
Yo alabo el espíritu de nuestra gente por su carácter inquieto, indócil, levantisco, guerrero, combativo, sacrificado, luchador infatigable… ese ha sido el mejor activo de los Navarretenses históricamente…. y quienes mejor han entendido lo positivo del carácter de este pueblo son los inversionistas locales o de otras latitudes que han acudido presurosos a ocupar los espacios vacíos que no alcanzan en las diferentes Plazas Comerciales de Navarrete que se multiplican como la radioactividad. Malo sería que seamos un pueblo identificado por las drogas, la holgazanería, los juegos de azar, la prostitución, etc., etc. Eso si que fuese vergonzoso. Eso si que es una afrenta, una mancha, una tacha para un Navarretense decente, digno, respetuoso.
Navarrete es un pueblo progresista, revolucionario, un pueblo amante de la libertad, la democracia verdadera y que siempre ha rechazado la legitimación de la larga imposición histórica del autoritarismo y del manejo caprichoso que hace que -en las circunstancias como las actuales-, hombres o mujeres que se creen pequeños dioses porque accidentes de la politiquería los ha colocado transitoriamente frente a alguna función pública del gobierno local o nacional, dejando a la gran mayoría insatisfechos con su desvergonzada gestión: ¡Eso si que es una vergüenza para un Navarretense Autentico!
El Navarrete vencedor, ese es el Navarrete que todos queremos, el Navarrete puesto de pie en un tele maratón cuando uno de sus hijos tiene alguna urgencia. El Navarrete que es defendido por sus hijos probados, decentes, respetuosos, nobles, no solo en un torneo deportivo, académico o de carnaval, sino en la vida cotidiana. En las dificultades cuando falta el agua, la luz, el gas, un plato de comida; cuando la salud se deteriora, el medio ambiente es atacado por corruptos, las provisiones encarecen… vemos como brota el consuelo, la solidaridad del amigo, del vecino…el de los moto conchos que salen en masa a defender a uno de los suyos cuando algún delincuente los agrede…
A los Navarretenses –como a todos los caribeños-, nos gusta gritar, bailar, divertirnos, organizar canes, tomarnos un trago; pero también sabemos responder en los momentos difíciles. Nuestra naturaleza, heredada de nuestros ancestros, es de fortaleza. Nada parece vencernos. Somos resistentes al dolor, solidarios en las necesidades. Raza de bronce dispuesta a todo… Y no le comemos vaínas a ¡NADIE! Ni siquiera a los engreídos que se creen el poder es su herencia familiar.
El Navarrete que es de todos los Navarretenses, ya sean nacidos en esta tierra o adoptados. O los Nuevos Navarretenses. ¡Qué más da! Al fin y al cabo todos somos Navarretenses; por lo tanto es nuestro deber defender Nuestra Patria Chica. Nuestra tierra. Si es que nos duele ella más que los miserables y egoístas intereses del fanatismo embrutecedor y politiquero que ha creado el clientelismo corruptor.
“Quisqueyanos valientes alcemos… nuestro canto con viva emoción…” reza una de estrofas de las notas de nuestro hermosísimo Himno Nacional; cada uno de nosotros con nuestro comportamiento podemos y debemos ser un ejemplo para nuestra familia, nuestro País, nuestro Navarrete amado.
Y no se trata de ir a una guerra, no; si no de armarnos de valor para recuperar este Navarrete burlado, herido, maltratado, desolado, vejado, saqueado… que por tantas traiciones e inseguridad ciudadana se nos está yendo de las manos. La migración de los auténticos hijos de Navarrete es preocupante, porque quien se va casi siempre no es por falta de amor a la Patria, sino por la falta de oportunidades en ella.
Por eso nuestro compromiso debe ir más allá de una fecha; debe ser diario, en cada acción que emprendamos. Recordemos a los hombres que lucharon por darnos un suelo libre, una Patria Grande; La Democracia, la Libertad… hombres convertidos en héroes o mártires porque ofrendaron sus vidas y arriesgaron las de sus familias para hacer de lo que hoy es Navarrete un pueblo libre de un país soberano y para que los Navarretenses pudiéramos gozar de lo que nos pertenece.
Recordemos a nuestros héroes, hombres y mujeres, a quienes el amor por su Pequeña Patria, los llevó a ofrendar su Vida. Sintamos una vez el orgullo de ser Navarretenses.
Cada obra edificada en este pueblo contiene en sus cimientos las huellas del dolor, del olor a pólvora, la cara dura de la indiferencia oficial… En cada obra proyectada en este pueblo están visibles las estampas del sudor y la sangre de los caídos en sus reclamos… En cada obra erigida en Navarrete se muestran las estelas grises de los gases tóxicos de la represión de los gobiernos. Cada obra alzada es un capitulo de la historia de este pueblo, sus retos y sus desafíos. Cada obra mostrenca hecha aquí tiene el alto precio de las vidas cegadas al conquistarlas. En cada obra levantada se encuentran empotradas las esencias de los vestigios de la lucha y el combate de sus mejores hijos/as… mártires abnegados en las múltiples batallas exigiendo a las distintas autoridades durante mas de 4 décadas la construcción de las diversas infraestructuras que este pueblo ha requerido como parte de su crecimiento y desarrollo. No debería ser así, pero así ha sido por desdicha e irresponsabilidad de los gobernantes. Y eso porque solo el Navarretense Autentico -cuando se une-, puede producir la alquimia transformadora de su dolorosa realidad generadora de su propio cambio.
Lo grito a los cuatro vientos: ¡Ser Navarretense es para mí un honor, un orgullo! ¡Quien no nació aquí no puede amar a este pueblo con el mismo fervor que lo amamos nosotros! ¡Porque quien ama a su pueblo no le agrede!

N A V A R R E T E :NOMBRE DEFINITIVO DE UN PUEBLO INDESTRUCTIBLE

A proposito del 50 aniversario de un nombre bastardo‏

N A V A R R E T E

NOMBRE DEFINITIVO DE UN PUEBLO INDESTRUCTIBLE

POR: DIONNY CABRERA PÉREZ                    CORREO: DIONNYCABRERA@HOTMAIL.COM
Navarrete, Octubre 24 2011- Para tocar esos resortes sigilosos que todos hemos visto durante más de cincuenta años y que nadie ha tocado; para provocarlos, sacarlos de sus estantes e intranquilizar, para ponerse y poner a pensar a nuestros decentes compueblanos genuinos Navarretenses, para obligar a los otros y a nosotros mismos —como hijos de este pueblo—, a mirarnos en ese falso espejo, que impuso Trujillo al pretender“premiar” el apellido de un esbirro sicario ensangrentando el digno nombre de nuestro pueblo inyectando un reflejo distorsionado de nuestra ágrafa historia; indagatoria que removemos para desafiar a los lacayos de hoy y de ayer, para que se rasquen sus ojos y oídos con los codos. Indagación intranquilizadora que hacemos porque nuestra piel cobija la digna lucidez de los sobrevivientes y porque en la piel y en la sensibilidad de quien escribe se registra como un sismógrafo de las tormentas ese don con que la vida nos señala como bendición y también como mandato.
Como ciudadano de esta Aldea Navarretense que soy. Tierras cuyos tatarabuelos, bisabuelos, abuelos y padres nacieron en este territorio del cual hicieron su cuna, accionar de vida y cuyos restos se encuentran reposando sana sepultura como Dios manda. Ellos poblaron estas tierras entre los siglo XVIII y XIX. En pleno dominio y guerras de rapiñas de los imperios español y francés sobre la antigua isla La Hispaniola, dividida por los acuerdos de paz firmados mediante el llamado Tratado de Basilea [5] en Suiza (22 de julio de1795)
Las noticias sobre la firma del convenio llegaron a Santo Domingo el 18 de octubre de 1795 y no es difícil imaginar la reacción que provocaron entre las naturales gentes de estos pueblos que llevaban más de un siglo luchando contra la penetración y usurpación francesas en su territorio y que se veían forzadas a acatar una decisión en la cual ni habían participado ni se les había preguntado su parecer.
Tras una serie de incidentes, el 26 de enero de 1801 Toussaint Louverture invadiendo la parte oriental de la isla, llegó a Santo Domingo para recibir las llaves de la ciudad de manos del Gobernador García y Moreno. Tras la consumación del hecho, Louverture procedió a la “unificación de la isla” bajo su gobierno. Para institucionalizar el poder reunió una asamblea general y dictó la primera constitución política vigente en ambas colonias. Luego regresó a Haití, dejando el poder en manos de Paul Louverture. El 25 de febrero de 1802, el gobierno de Paul Louverture entregó la plaza al general francés F. M. Kerverseau, tirando al suelo la dominación de los antiguos esclavos negros en la parte occidental. La otrora parte española continuó como colonia francesa hasta la "Guerra de la Reconquista" en 1809.
Por esa razón, mucho antes de este fatídico tratado firmado en la ciudad Suiza de Basilea, 1795, entre España y Francia, YA EXISTÍA NAVARRETE. NAVARRETE existía, tenía nombre propio mucho antes de terminada la "Guerra de la Reconquista" en 1809, cuando el país volvió a ser colonia española.
                                                                       
Esta Aldea de NAVARRETE fue un parto natural de la Común de Mejía, que cual pueblo sedentario se iniciaba en el entonces llamado camino real, lo que es hoy la avenida Duarte franja Sur, y justamente donde hoy está localizada la casa de Américo Camacho y Quenida Cabrera (calle Santa Ana Esq. Duarte), estuvo localizada la antigua vivienda del señor Isidoro Cabrera: agricultor, ganadero y productor de tabaco y de su esposa, la señora Humberta Ulloa: comerciante. De la unión matrimonial de esta pareja de Navarretenses es de donde nacen: José, Mercedes, Juan, Sebico, Tomas y Otilia Cabrera Ulloa. Todos sus hijos nacieron mucha antes de la Independencia Efímera de Núñez de Cáceres, conforme la documentación y actas de que disponemos.
NAVARRETE existía mucho antes de la independencia efímera de Núñez de Cáceres en 1822; cómo no iba a existir NAVARRETE: Nombre Definitivo de un Pueblo Indestructible, cuando Mella dio el trabucazo proclamando el nacimiento de la Republica Dominicana y esta proclamación de Duarte y La Trinitaria fue traicionada por Pedro Santana, Bobadilla... y anexada nueva vez a España ya hombres y mujeres de NAVARRETE formaban parte de los que aupaban La Restauración de la República.
Al instante que Gregorio Luperón restaura la República Dominicana Verdadera, ya NAVARRETE existía aportando sacrificios, esfuerzo y la sangre generosa de sus hijos a esa causa patriótica con la presencia de Gaspar Polanco, José Cabrera y Eugenia –Jenga- Cabrera, que participó, siendo una adolescente en labores guerrilleras en Guayubín del lado de los Restauradores de la República. Entonces, cómo no iba a existir un PUEBLO QUE TIENE NOMBRE MUCHO ANTES DE SER PROCLAMADA LA SEGUNDA REPUBLICA.
Señores ya NAVARRETE existía cuando Ulises Heureaux (Lilís) asumió el poder y traicionó a los restauradores. Cómo no tendría existencia un pueblo como NAVARRETE al ser mancillada la Soberanía Nacional por las tropas Norteamericana dirigidas por el Invasor Contralmirante Thomas Snowder de la Armada de los Estados Unidos que, entre 1916-1924 adiestraron y prepararon el terreno para que un dictador, violador, asesino despreciable tomara el poder en 1930 convirtiendo a nuestro país un su hacienda a los ciudadanos en sus peones.
! Por Dios señores! Ya NAVARRETE existía cuando un vulgar, ratero, ladrón, delincuente, violador y asesino como Trujillo tomó - de forma fraudulenta y con apoyo de los marines yanquis-, el poder político en la República Dominicana en 1930.
Por lo tanto, como ya NAVARRETE existía como nombre definitivo de un pueblo indestructible, no ha habido posibilidad, entre las múltiples generaciones de que NAVARRETE deje de ser NAVARRETEy por muchas maniobras que hayan realizado los forasteros que han mendigado-sin dignidad alguna-, para se le coloque un sobrenombre bastardo a NAVARRETE, los pueblo son sabios y NAVARRETE como pueblo sabio ha vivido ignorando la indecorosa súplica tras bambalinas de unos forasteros insolentes que vinieron y se refugiaron aquí una madrugada luego de haber asesinado a VIRGILIO, a ALTAGRACIA Y SU CRIATURA EN VIENTRE y a EMELINDA el 1 de junio de 1930, en Las Canas San José de Las Matas. Cuádruple crimen cometido por órdenes expresas de Trujillo. Este fue el primer acto de terror preparado por el Sátrapa de San Cristóbal y ejecutado por el forajido José Estrella y su banda de asesinos entre los que se encontraba JEB.
Entre 1930 y 1961 transcurrieron los 31 años de oprobios de una dictadura sin par. Dictadura cuyos gendarmes locales, sus sabuesos y acólitos actuaron con total abuso e impunidad extremas procreado hijos o hijas con decenas de mujeres, niñas y madres solteras como si ellos fueren gallos de un patio y ellas sus gallinas. Cada una de estas criaturas fue fruto del mismo amor que le dispensa una bestia encerrada a su dueño.
Durante los años del trujillismo en Navarrete, los abusos se sucedían unos a los otros sin que les quedara más remedio a sus víctimas que aceptarlo y/o ser un condenado a muerte. Igual sucedía con las mujeres. Guardaban silencio ante las violaciones sucesivas y tenían que aceptar parir su criatura sin hacer saber el nombre del violador. Aquí conocemos decenas de madres que tuvieron hijos fruto de esas violaciones. Nunca supimos que esos violadores tuviesen el minino detalle con esos hijos que echaron al mundo. Eso es un "secreto celosamente guardado" por el miedo, la cobardía y el terror que aplicaban estos criminales a sus víctimas y sus familiares. En un momento en el que el silencio, el anonimato y la ambigüedad significaban supervivencia bajo el manto de la humillación.
Y como desde siempre se ha alzado un cerco de silencio en torno al bastardo sobrenombre, como escogencia inocente, apostando a la fragilidad de la memoria y a que la verdad histórica caiga en el olvido, como desafiando a que el tiempo consume todo. Pero se equivocaron: Trujillo, Balaguer y todos los asesinos, criminales y violadores que apostaron a la «delgadez» de la memoria de los Navarretenses. Nosotros sí que entendemos que la historia no es ágrafa y que la escriben los sobrevivientes y sus descendientes, no solo los «vencedores como se les antoje».
No hay vuelta atrás cuando se descubre en uno el poder ennoblecedor de la dignidad humana. Y ha sido ese desvelamiento el que nos ha conducido a emprender esta búsqueda de la verdad histórica hasta desnudar frente a nuestro pueblo digno a los farsantes e impostores de la "historia oficial" llena de cuentos anecdóticos saturados de ficción y carentes de documentación.
Hay que decidirse por romper el silencio y la complicidad. Tenemos que buscar en los archivos, preguntar a los sobrevivientes e indagar la verdad en aquellos temas que las generaciones de esos años o las posteriores, y las anteriores o no pudieron o no se atrevieron o no estuvieron en capacidad de hacerlo ya fuese porque el miedo, la pesadilla que tuvieron por vida los hizo llevárselas al sepulcro o porque al marcharse de Navarrete y del país perdieron la retentiva o porque solo aguardaron el valor de contárnosla «para no su subir al cielo con las manos llenas de olvido».
Asumimos la desafiante tarea de abordar tan difícil asunto porque nos consideramos incontaminados todavía por el medio y la sociedad, porque no tenemos ningún tipo de compromiso con ese pasado gris oscuro de nuestra historia en que se produjeron esos hechos y podemos responder sin ataduras ni miedo ni temores ni cesuras al desafío de escribir y narrar hechos de nuestra historia para desmentir la "historia oficial" trujillista que ha sido la historia de las desventuras, desdichas y miserias humanas. Una historia que ha sido contada por ladrones, asesinos, violadores, maipiolos e imbéciles al servicio del envilecimiento y la genuflexión. Porque la "historia oficial" ha pretendido traficar con el cuento de que, el decreto del bastardo sobrenombre fue «por ser los primeros pobladores» de la comunidad, hecho documentalmente mentiroso, que no es más que la manta para ocultar la historia de horror, sangre y violencia (de un individuo como JEB que actúo la noche del el 1 de junio de 1930 en el cobarde cuádruplo asesinato -en Las Canas, San José de Las Matas-, de VIRGILIO MARTÍNEZ REYNA, su esposa ALTAGRACIA ALMÁNZAR, embarazada y de EMELINDA ALMÁNZAR), que si fueron las verdaderas parteras de esa infeliz denominación nunca asimilada por los hombres y mujeres dignos de Navarrete.
En su momento no hubo la acostumbrada repulsa a tan burda medida fruto de que quienes maniobraron tal acción lo hicieron en forma subrepticia, disimulada para no alterar los ánimos, las heridas sangrantes y que luego todo se diera por hecho. Hay que entender que esa fue una época en que nadie estuvo exento de aparentes buenos modos, ya que el régimen de Trujillo creo un ambiente de desconfianza entre los ciudadanos. Habíamos entrado a un reino de sombras y miedo de los peores modos imaginables, donde los Navarretenses sobrevivieron en medio de una realidad fatídica, siniestra y demoledora, luchando por imaginarse en cada anochecer cómo lograr despertarse con vida residiendo en «una "hacienda" donde Trujillo era el dueño y los habitantes eran sus "peones"». Razón ésta que obligó a muchos Navarretenses que al estar cargados de dignidad y posibilidades de marcharse del país lo hicieron para evitar que los agentes locales de Trujillo le violaran sus esposas, e hijas y prefirieron el exilio voluntario a una vida bajo la humillación en un momento en el que el silencio, el anonimato y la ambigüedad significaban supervivencia.
Y lo que muchos no entienden hoy: esos sujetos -como el forajido José Estrella y su banda de matones asesinos de mujeres embarazadas y hombre durmiendo y enfermos-, eran los elementos verdaderamente peligrosos para los habitantes de Aldeas como Navarrete, ya que ellos ERAN EL TRUJILLO en cada una de estas comunidades y como tales se comportaban y así lo hacían saber, lo daban a entender y lo sentían en su pellejo los habitantes frente a las actuaciones de estos abusadores y oportunistas que vivieron toda la vida en la sombra del dictador violando mujeres, adueñándose de las tierras y propiedades de que eran despojados los opositores de Trujillo que se veían obligados a dejar el país, como sucedió aquí con decenas de notables familias verdaderamente originarias de esta Aldea, tales como: los Asencio, los Domínguez-Cabrera, los Santelises, Los Lihgowt, los Oquet, los Espaillat, los Mumne, los Coquete, etc., etc.
El propósito de esta investigación no es herir susceptibilidades de nadie. Sabemos que hay madres y padres cuyas hijas fueron víctimas de violación de estos forajidos locales, de los cuales conservan nietos o nietas. Conocemos que hay tierras y propiedades en manos de esos salteadores, tierras que son propiedad de Navarretenses que fueron opositores a Trujillo o simplemente porque fueron partidarios del presidente Horacio Vázquez (1928), que fuera despojado del poder a raíz de que el Contralmirante Invasor Thomas Snowder de la Armada de los Estados Unidos y gobernador militar de Santo Domingo 1916, designara a Trujillo Jefe del ejército, posición desde la cual tomo por asalto el poder político del país“convirtiendo a la República Dominicana en una hacienda a sus habitantes en peones”.
Las tareas por el rescate de nuestra memoria histórica no son una misión para destemplados, vacilantes ni mediocres conformistas portadores de la miseria humana más abyecta frente a los hechos históricos resientes de nuestro pueblo en las que sus nativos se vieron confrontados a elementos forasteros que desde su llegada a estas tierras creyeron que los oriundos eran sus lacayos al hacerlos sentir como ciudadanos de categoría inferior. Navarrete ha sido un pueblo víctima de los forasteros que se han burlado de la hospitalidad que los ha caracterizado, ya que siempre estuvieron dedicados a sus actividades productivas en la agricultura, ganadería, comercio, etc., soslayando su interés por la actividad política como forma de vida, que ha sido -por lo común-, el fuerte de los allegados; y porque el Navarretense nativo, al no soportar a forasteros presuntuosos, creídos o petulantes prefirieron auto marginarse o emigrar para no estar dirigidos por asesinos, violadores y ladrones de sus tierras y propiedades, en cambio otros, optaron por la entereza pagando muy cara su resistencia.
UNA PREGUNTA PARA LA REFLEXION:  ¿Cree usted justo se le cambiara el nombre original de
un pueblo como NAVARRETE con más de 200 años de historia para ponerle el
de un sujeto que no era nativo de aquí, que asesina mujeres embarazada y
durmiendo, y a un ciudadano enfermo y en cama?