A proposito del 50
aniversario de un nombre bastardo
N A V A R R E T E
NOMBRE DEFINITIVO DE UN PUEBLO INDESTRUCTIBLE
POR:
DIONNY CABRERA
PÉREZ
CORREO:
DIONNYCABRERA@HOTMAIL.COM
Navarrete, Octubre 24 2011-
Para tocar esos resortes sigilosos que todos hemos visto durante más de
cincuenta años y que nadie ha tocado; para provocarlos, sacarlos de sus
estantes e intranquilizar, para ponerse y poner a pensar a nuestros decentes
compueblanos genuinos Navarretenses, para obligar a los otros y a nosotros
mismos —como hijos de este pueblo—, a mirarnos en ese falso espejo,
que impuso Trujillo al pretender“premiar” el apellido de un esbirro sicario
ensangrentando el digno nombre de nuestro pueblo inyectando un reflejo
distorsionado de nuestra ágrafa historia; indagatoria que removemos para
desafiar a los lacayos de hoy y de ayer, para que se rasquen sus ojos y
oídos con los codos. Indagación intranquilizadora que hacemos porque nuestra
piel cobija la digna lucidez de los sobrevivientes y porque en la piel y en
la sensibilidad de quien escribe se registra como un sismógrafo de las
tormentas ese don con que la vida nos señala como bendición y también como
mandato.
Como ciudadano de esta Aldea Navarretense que soy. Tierras
cuyos tatarabuelos, bisabuelos, abuelos y padres nacieron en este territorio
del cual hicieron su cuna, accionar de vida y cuyos restos se encuentran
reposando sana sepultura como Dios manda. Ellos poblaron estas tierras entre
los siglo XVIII y XIX. En pleno dominio y guerras de rapiñas de los imperios
español y francés sobre la antigua isla La Hispaniola, dividida por los
acuerdos de paz firmados mediante el llamado Tratado de Basilea [5]
en Suiza (22 de julio de1795)
Las noticias sobre la firma del convenio llegaron a Santo
Domingo el 18 de octubre de 1795 y no es difícil imaginar la reacción que
provocaron entre las naturales gentes de estos pueblos que llevaban más de
un siglo luchando contra la penetración y usurpación francesas en su
territorio y que se veían forzadas a acatar una decisión en la cual ni
habían participado ni se les había preguntado su parecer.
Tras una serie de incidentes, el 26 de enero de 1801
Toussaint Louverture invadiendo la parte oriental de la isla, llegó a Santo
Domingo para recibir las llaves de la ciudad de manos del Gobernador García
y Moreno. Tras la consumación del hecho, Louverture procedió a la
“unificación de la isla” bajo su gobierno. Para institucionalizar el poder
reunió una asamblea general y dictó la primera constitución política vigente
en ambas colonias. Luego regresó a Haití, dejando el poder en manos de Paul
Louverture. El 25 de febrero de 1802, el gobierno de Paul Louverture entregó
la plaza al general francés F. M. Kerverseau, tirando al suelo la dominación
de los antiguos esclavos negros en la parte occidental. La otrora parte
española continuó como colonia francesa hasta la "Guerra de la Reconquista"
en 1809.
Por esa razón, mucho antes de este fatídico tratado firmado
en la ciudad Suiza de Basilea, 1795, entre España y Francia, YA EXISTÍA
NAVARRETE. NAVARRETE existía, tenía nombre propio mucho antes de
terminada la "Guerra de la Reconquista" en 1809, cuando el país volvió a ser
colonia española.
Esta Aldea de NAVARRETE fue un parto natural de la
Común de Mejía, que cual pueblo sedentario se iniciaba en el entonces
llamado camino real, lo que es hoy la avenida Duarte franja Sur, y
justamente donde hoy está localizada la casa de Américo Camacho y Quenida
Cabrera (calle Santa Ana Esq. Duarte), estuvo localizada la antigua vivienda
del señor Isidoro Cabrera: agricultor, ganadero y productor de tabaco
y de su esposa, la señora Humberta Ulloa: comerciante. De la unión
matrimonial de esta pareja de Navarretenses es de donde nacen: José,
Mercedes, Juan, Sebico, Tomas y Otilia Cabrera Ulloa. Todos sus hijos
nacieron mucha antes de la Independencia Efímera de Núñez de Cáceres,
conforme la documentación y actas de que disponemos.
NAVARRETE
existía mucho antes de la independencia efímera de Núñez de Cáceres en 1822;
cómo no iba a existir NAVARRETE: Nombre Definitivo de un Pueblo
Indestructible, cuando Mella dio el trabucazo proclamando el nacimiento
de la Republica Dominicana y esta proclamación de Duarte y La Trinitaria fue
traicionada por Pedro Santana, Bobadilla... y anexada nueva vez a España ya
hombres y mujeres de NAVARRETE formaban parte de los que aupaban La
Restauración de la República.
Al instante que Gregorio Luperón restaura la República
Dominicana Verdadera, ya NAVARRETE existía aportando sacrificios,
esfuerzo y la sangre generosa de sus hijos a esa causa patriótica con la
presencia de Gaspar Polanco, José Cabrera y Eugenia –Jenga- Cabrera,
que participó, siendo una adolescente en labores guerrilleras en Guayubín
del lado de los Restauradores de la República. Entonces, cómo no iba a
existir un PUEBLO QUE TIENE NOMBRE MUCHO ANTES DE SER PROCLAMADA LA
SEGUNDA REPUBLICA.
Señores ya NAVARRETE existía cuando Ulises Heureaux (Lilís)
asumió el poder y traicionó a los restauradores. Cómo no tendría existencia
un pueblo como NAVARRETE al ser mancillada la Soberanía Nacional por
las tropas Norteamericana dirigidas por el Invasor Contralmirante Thomas
Snowder de la Armada de los Estados Unidos que, entre 1916-1924 adiestraron
y prepararon el terreno para que un dictador, violador, asesino despreciable
tomara el poder en 1930 convirtiendo a nuestro país un su hacienda a los
ciudadanos en sus peones.
! Por Dios señores! Ya NAVARRETE existía cuando un
vulgar, ratero, ladrón, delincuente, violador y asesino como Trujillo tomó -
de forma fraudulenta y con apoyo de los marines yanquis-, el poder político
en la República Dominicana en 1930.
Por lo tanto, como ya NAVARRETE existía como nombre
definitivo de un pueblo indestructible, no ha habido posibilidad, entre las
múltiples generaciones de que NAVARRETE deje de ser NAVARRETEy
por muchas maniobras que hayan realizado los forasteros que han mendigado-sin
dignidad alguna-, para se le coloque un sobrenombre bastardo a NAVARRETE,
los pueblo son sabios y NAVARRETE como pueblo sabio ha vivido
ignorando la indecorosa súplica tras bambalinas de unos forasteros
insolentes que vinieron y se refugiaron aquí una madrugada luego de haber
asesinado a VIRGILIO, a ALTAGRACIA Y SU CRIATURA EN VIENTRE y a
EMELINDA el 1 de junio de 1930, en Las Canas San José de Las Matas.
Cuádruple crimen cometido por órdenes expresas de Trujillo. Este fue el
primer acto de terror preparado por el Sátrapa de San Cristóbal y ejecutado
por el forajido José Estrella y su banda de asesinos entre los que se
encontraba JEB.
Entre 1930 y 1961 transcurrieron los 31 años de oprobios de
una dictadura sin par. Dictadura cuyos gendarmes locales, sus sabuesos y
acólitos actuaron con total abuso e impunidad extremas procreado hijos o
hijas con decenas de mujeres, niñas y madres solteras como si ellos fueren
gallos de un patio y ellas sus gallinas. Cada una de estas criaturas fue
fruto del mismo amor que le dispensa una bestia encerrada a su dueño.
Durante los años del trujillismo en Navarrete, los abusos se
sucedían unos a los otros sin que les quedara más remedio a sus víctimas que
aceptarlo y/o ser un condenado a muerte. Igual sucedía con las mujeres.
Guardaban silencio ante las violaciones sucesivas y tenían que aceptar parir
su criatura sin hacer saber el nombre del violador. Aquí conocemos decenas
de madres que tuvieron hijos fruto de esas violaciones. Nunca supimos que
esos violadores tuviesen el minino detalle con esos hijos que echaron al
mundo. Eso es un "secreto celosamente guardado" por el miedo, la cobardía y
el terror que aplicaban estos criminales a sus víctimas y sus familiares. En
un momento en el que el silencio, el anonimato y la ambigüedad significaban
supervivencia bajo el manto de la humillación.
Y como desde siempre se ha alzado un cerco de silencio en
torno al bastardo sobrenombre, como escogencia inocente, apostando a la
fragilidad de la memoria y a que la verdad histórica caiga en el olvido,
como desafiando a que el tiempo consume todo. Pero se equivocaron: Trujillo,
Balaguer y todos los asesinos, criminales y violadores que apostaron a la «delgadez»
de la memoria de los Navarretenses. Nosotros sí que entendemos que la
historia no es ágrafa y que la escriben los sobrevivientes y sus
descendientes, no solo los «vencedores como se les antoje».
No hay vuelta atrás cuando se descubre en uno el poder
ennoblecedor de la dignidad humana. Y ha sido ese desvelamiento el que nos
ha conducido a emprender esta búsqueda de la verdad histórica hasta desnudar
frente a nuestro pueblo digno a los farsantes e impostores de la "historia
oficial" llena de cuentos anecdóticos saturados de ficción y carentes de
documentación.
Hay que decidirse por romper el silencio y la complicidad.
Tenemos que buscar en los archivos, preguntar a los sobrevivientes e indagar
la verdad en aquellos temas que las generaciones de esos años o las
posteriores, y las anteriores o no pudieron o no se atrevieron o no
estuvieron en capacidad de hacerlo ya fuese porque el miedo, la pesadilla
que tuvieron por vida los hizo llevárselas al sepulcro o porque al marcharse
de Navarrete y del país perdieron la retentiva o porque solo aguardaron el
valor de contárnosla «para no su subir al cielo con las manos llenas de
olvido».
Asumimos la desafiante tarea de abordar tan difícil asunto
porque nos consideramos incontaminados todavía por el medio y la sociedad,
porque no tenemos ningún tipo de compromiso con ese pasado gris oscuro de
nuestra historia en que se produjeron esos hechos y podemos responder sin
ataduras ni miedo ni temores ni cesuras al desafío de escribir y narrar
hechos de nuestra historia para desmentir la "historia oficial" trujillista
que ha sido la historia de las desventuras, desdichas y miserias humanas.
Una historia que ha sido contada por ladrones, asesinos, violadores,
maipiolos e imbéciles al servicio del envilecimiento y la genuflexión.
Porque la "historia oficial" ha pretendido traficar con el cuento de que, el
decreto del bastardo sobrenombre fue «por ser los primeros pobladores» de la
comunidad, hecho documentalmente mentiroso, que no es más que la manta para
ocultar la historia de horror, sangre y violencia (de un individuo como JEB
que actúo la noche del el 1 de junio de 1930 en el cobarde cuádruplo
asesinato -en Las Canas, San José de Las Matas-, de VIRGILIO MARTÍNEZ
REYNA, su esposa ALTAGRACIA ALMÁNZAR, embarazada y de EMELINDA
ALMÁNZAR), que si fueron las verdaderas parteras de esa infeliz
denominación nunca asimilada por los hombres y mujeres dignos de Navarrete.
En su momento no hubo la acostumbrada repulsa a tan burda
medida fruto de que quienes maniobraron tal acción lo hicieron en forma
subrepticia, disimulada para no alterar los ánimos, las heridas sangrantes y
que luego todo se diera por hecho. Hay que entender que esa fue una época en
que nadie estuvo exento de aparentes buenos modos, ya que el régimen de
Trujillo creo un ambiente de desconfianza entre los ciudadanos. Habíamos
entrado a un reino de sombras y miedo de los peores modos imaginables, donde
los Navarretenses sobrevivieron en medio de una realidad fatídica, siniestra
y demoledora, luchando por imaginarse en cada anochecer cómo lograr
despertarse con vida residiendo en «una "hacienda" donde Trujillo era el
dueño y los habitantes eran sus "peones"». Razón ésta que obligó a muchos
Navarretenses que al estar cargados de dignidad y posibilidades de marcharse
del país lo hicieron para evitar que los agentes locales de Trujillo le
violaran sus esposas, e hijas y prefirieron el exilio voluntario a una vida
bajo la humillación en un momento en el que el silencio, el anonimato y la
ambigüedad significaban supervivencia.
Y lo que muchos no entienden hoy: esos sujetos -como el
forajido José Estrella y su banda de matones asesinos de mujeres embarazadas
y hombre durmiendo y enfermos-, eran los elementos verdaderamente peligrosos
para los habitantes de Aldeas como Navarrete, ya que ellos ERAN EL TRUJILLO
en cada una de estas comunidades y como tales se comportaban y así lo hacían
saber, lo daban a entender y lo sentían en su pellejo los habitantes frente
a las actuaciones de estos abusadores y oportunistas que vivieron toda la
vida en la sombra del dictador violando mujeres, adueñándose de las tierras
y propiedades de que eran despojados los opositores de Trujillo que se veían
obligados a dejar el país, como sucedió aquí con decenas de notables
familias verdaderamente originarias de esta Aldea, tales como: los Asencio,
los Domínguez-Cabrera, los Santelises, Los Lihgowt, los Oquet, los Espaillat,
los Mumne, los Coquete, etc., etc.
El propósito de esta investigación no es herir
susceptibilidades de nadie. Sabemos que hay madres y padres cuyas hijas
fueron víctimas de violación de estos forajidos locales, de los cuales
conservan nietos o nietas. Conocemos que hay tierras y propiedades en manos
de esos salteadores, tierras que son propiedad de Navarretenses que fueron
opositores a Trujillo o simplemente porque fueron partidarios del presidente
Horacio Vázquez (1928), que fuera despojado del poder a raíz de que el
Contralmirante Invasor Thomas Snowder de la Armada de los Estados Unidos y
gobernador militar de Santo Domingo 1916, designara a Trujillo Jefe del
ejército, posición desde la cual tomo por asalto el poder político del
país“convirtiendo a la República Dominicana en una hacienda a sus habitantes
en peones”.
Las tareas por el rescate de nuestra memoria histórica no son
una misión para destemplados, vacilantes ni mediocres conformistas
portadores de la miseria humana más abyecta frente a los hechos históricos
resientes de nuestro pueblo en las que sus nativos se vieron confrontados a
elementos forasteros que desde su llegada a estas tierras creyeron que los
oriundos eran sus lacayos al hacerlos sentir como ciudadanos de categoría
inferior. Navarrete ha sido un pueblo víctima de los forasteros que se han
burlado de la hospitalidad que los ha caracterizado, ya que siempre
estuvieron dedicados a sus actividades productivas en la agricultura,
ganadería, comercio, etc., soslayando su interés por la actividad política
como forma de vida, que ha sido -por lo común-, el fuerte de los allegados;
y porque el Navarretense nativo, al no soportar a forasteros presuntuosos,
creídos o petulantes prefirieron auto marginarse o emigrar para no estar
dirigidos por asesinos, violadores y ladrones de sus tierras y propiedades,
en cambio otros, optaron por la entereza pagando muy cara su resistencia.
UNA PREGUNTA PARA LA REFLEXION:
¿Cree usted justo se le cambiara el nombre original de
un pueblo como NAVARRETE con más de 200 años de historia para ponerle el
de un sujeto que no era nativo de aquí, que asesina mujeres embarazada y
durmiendo, y a un ciudadano enfermo y en cama?
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