sábado, 22 de diciembre de 2012

N A V A R R E T E :NOMBRE DEFINITIVO DE UN PUEBLO INDESTRUCTIBLE

A proposito del 50 aniversario de un nombre bastardo‏

N A V A R R E T E

NOMBRE DEFINITIVO DE UN PUEBLO INDESTRUCTIBLE

POR: DIONNY CABRERA PÉREZ                    CORREO: DIONNYCABRERA@HOTMAIL.COM
Navarrete, Octubre 24 2011- Para tocar esos resortes sigilosos que todos hemos visto durante más de cincuenta años y que nadie ha tocado; para provocarlos, sacarlos de sus estantes e intranquilizar, para ponerse y poner a pensar a nuestros decentes compueblanos genuinos Navarretenses, para obligar a los otros y a nosotros mismos —como hijos de este pueblo—, a mirarnos en ese falso espejo, que impuso Trujillo al pretender“premiar” el apellido de un esbirro sicario ensangrentando el digno nombre de nuestro pueblo inyectando un reflejo distorsionado de nuestra ágrafa historia; indagatoria que removemos para desafiar a los lacayos de hoy y de ayer, para que se rasquen sus ojos y oídos con los codos. Indagación intranquilizadora que hacemos porque nuestra piel cobija la digna lucidez de los sobrevivientes y porque en la piel y en la sensibilidad de quien escribe se registra como un sismógrafo de las tormentas ese don con que la vida nos señala como bendición y también como mandato.
Como ciudadano de esta Aldea Navarretense que soy. Tierras cuyos tatarabuelos, bisabuelos, abuelos y padres nacieron en este territorio del cual hicieron su cuna, accionar de vida y cuyos restos se encuentran reposando sana sepultura como Dios manda. Ellos poblaron estas tierras entre los siglo XVIII y XIX. En pleno dominio y guerras de rapiñas de los imperios español y francés sobre la antigua isla La Hispaniola, dividida por los acuerdos de paz firmados mediante el llamado Tratado de Basilea [5] en Suiza (22 de julio de1795)
Las noticias sobre la firma del convenio llegaron a Santo Domingo el 18 de octubre de 1795 y no es difícil imaginar la reacción que provocaron entre las naturales gentes de estos pueblos que llevaban más de un siglo luchando contra la penetración y usurpación francesas en su territorio y que se veían forzadas a acatar una decisión en la cual ni habían participado ni se les había preguntado su parecer.
Tras una serie de incidentes, el 26 de enero de 1801 Toussaint Louverture invadiendo la parte oriental de la isla, llegó a Santo Domingo para recibir las llaves de la ciudad de manos del Gobernador García y Moreno. Tras la consumación del hecho, Louverture procedió a la “unificación de la isla” bajo su gobierno. Para institucionalizar el poder reunió una asamblea general y dictó la primera constitución política vigente en ambas colonias. Luego regresó a Haití, dejando el poder en manos de Paul Louverture. El 25 de febrero de 1802, el gobierno de Paul Louverture entregó la plaza al general francés F. M. Kerverseau, tirando al suelo la dominación de los antiguos esclavos negros en la parte occidental. La otrora parte española continuó como colonia francesa hasta la "Guerra de la Reconquista" en 1809.
Por esa razón, mucho antes de este fatídico tratado firmado en la ciudad Suiza de Basilea, 1795, entre España y Francia, YA EXISTÍA NAVARRETE. NAVARRETE existía, tenía nombre propio mucho antes de terminada la "Guerra de la Reconquista" en 1809, cuando el país volvió a ser colonia española.
                                                                       
Esta Aldea de NAVARRETE fue un parto natural de la Común de Mejía, que cual pueblo sedentario se iniciaba en el entonces llamado camino real, lo que es hoy la avenida Duarte franja Sur, y justamente donde hoy está localizada la casa de Américo Camacho y Quenida Cabrera (calle Santa Ana Esq. Duarte), estuvo localizada la antigua vivienda del señor Isidoro Cabrera: agricultor, ganadero y productor de tabaco y de su esposa, la señora Humberta Ulloa: comerciante. De la unión matrimonial de esta pareja de Navarretenses es de donde nacen: José, Mercedes, Juan, Sebico, Tomas y Otilia Cabrera Ulloa. Todos sus hijos nacieron mucha antes de la Independencia Efímera de Núñez de Cáceres, conforme la documentación y actas de que disponemos.
NAVARRETE existía mucho antes de la independencia efímera de Núñez de Cáceres en 1822; cómo no iba a existir NAVARRETE: Nombre Definitivo de un Pueblo Indestructible, cuando Mella dio el trabucazo proclamando el nacimiento de la Republica Dominicana y esta proclamación de Duarte y La Trinitaria fue traicionada por Pedro Santana, Bobadilla... y anexada nueva vez a España ya hombres y mujeres de NAVARRETE formaban parte de los que aupaban La Restauración de la República.
Al instante que Gregorio Luperón restaura la República Dominicana Verdadera, ya NAVARRETE existía aportando sacrificios, esfuerzo y la sangre generosa de sus hijos a esa causa patriótica con la presencia de Gaspar Polanco, José Cabrera y Eugenia –Jenga- Cabrera, que participó, siendo una adolescente en labores guerrilleras en Guayubín del lado de los Restauradores de la República. Entonces, cómo no iba a existir un PUEBLO QUE TIENE NOMBRE MUCHO ANTES DE SER PROCLAMADA LA SEGUNDA REPUBLICA.
Señores ya NAVARRETE existía cuando Ulises Heureaux (Lilís) asumió el poder y traicionó a los restauradores. Cómo no tendría existencia un pueblo como NAVARRETE al ser mancillada la Soberanía Nacional por las tropas Norteamericana dirigidas por el Invasor Contralmirante Thomas Snowder de la Armada de los Estados Unidos que, entre 1916-1924 adiestraron y prepararon el terreno para que un dictador, violador, asesino despreciable tomara el poder en 1930 convirtiendo a nuestro país un su hacienda a los ciudadanos en sus peones.
! Por Dios señores! Ya NAVARRETE existía cuando un vulgar, ratero, ladrón, delincuente, violador y asesino como Trujillo tomó - de forma fraudulenta y con apoyo de los marines yanquis-, el poder político en la República Dominicana en 1930.
Por lo tanto, como ya NAVARRETE existía como nombre definitivo de un pueblo indestructible, no ha habido posibilidad, entre las múltiples generaciones de que NAVARRETE deje de ser NAVARRETEy por muchas maniobras que hayan realizado los forasteros que han mendigado-sin dignidad alguna-, para se le coloque un sobrenombre bastardo a NAVARRETE, los pueblo son sabios y NAVARRETE como pueblo sabio ha vivido ignorando la indecorosa súplica tras bambalinas de unos forasteros insolentes que vinieron y se refugiaron aquí una madrugada luego de haber asesinado a VIRGILIO, a ALTAGRACIA Y SU CRIATURA EN VIENTRE y a EMELINDA el 1 de junio de 1930, en Las Canas San José de Las Matas. Cuádruple crimen cometido por órdenes expresas de Trujillo. Este fue el primer acto de terror preparado por el Sátrapa de San Cristóbal y ejecutado por el forajido José Estrella y su banda de asesinos entre los que se encontraba JEB.
Entre 1930 y 1961 transcurrieron los 31 años de oprobios de una dictadura sin par. Dictadura cuyos gendarmes locales, sus sabuesos y acólitos actuaron con total abuso e impunidad extremas procreado hijos o hijas con decenas de mujeres, niñas y madres solteras como si ellos fueren gallos de un patio y ellas sus gallinas. Cada una de estas criaturas fue fruto del mismo amor que le dispensa una bestia encerrada a su dueño.
Durante los años del trujillismo en Navarrete, los abusos se sucedían unos a los otros sin que les quedara más remedio a sus víctimas que aceptarlo y/o ser un condenado a muerte. Igual sucedía con las mujeres. Guardaban silencio ante las violaciones sucesivas y tenían que aceptar parir su criatura sin hacer saber el nombre del violador. Aquí conocemos decenas de madres que tuvieron hijos fruto de esas violaciones. Nunca supimos que esos violadores tuviesen el minino detalle con esos hijos que echaron al mundo. Eso es un "secreto celosamente guardado" por el miedo, la cobardía y el terror que aplicaban estos criminales a sus víctimas y sus familiares. En un momento en el que el silencio, el anonimato y la ambigüedad significaban supervivencia bajo el manto de la humillación.
Y como desde siempre se ha alzado un cerco de silencio en torno al bastardo sobrenombre, como escogencia inocente, apostando a la fragilidad de la memoria y a que la verdad histórica caiga en el olvido, como desafiando a que el tiempo consume todo. Pero se equivocaron: Trujillo, Balaguer y todos los asesinos, criminales y violadores que apostaron a la «delgadez» de la memoria de los Navarretenses. Nosotros sí que entendemos que la historia no es ágrafa y que la escriben los sobrevivientes y sus descendientes, no solo los «vencedores como se les antoje».
No hay vuelta atrás cuando se descubre en uno el poder ennoblecedor de la dignidad humana. Y ha sido ese desvelamiento el que nos ha conducido a emprender esta búsqueda de la verdad histórica hasta desnudar frente a nuestro pueblo digno a los farsantes e impostores de la "historia oficial" llena de cuentos anecdóticos saturados de ficción y carentes de documentación.
Hay que decidirse por romper el silencio y la complicidad. Tenemos que buscar en los archivos, preguntar a los sobrevivientes e indagar la verdad en aquellos temas que las generaciones de esos años o las posteriores, y las anteriores o no pudieron o no se atrevieron o no estuvieron en capacidad de hacerlo ya fuese porque el miedo, la pesadilla que tuvieron por vida los hizo llevárselas al sepulcro o porque al marcharse de Navarrete y del país perdieron la retentiva o porque solo aguardaron el valor de contárnosla «para no su subir al cielo con las manos llenas de olvido».
Asumimos la desafiante tarea de abordar tan difícil asunto porque nos consideramos incontaminados todavía por el medio y la sociedad, porque no tenemos ningún tipo de compromiso con ese pasado gris oscuro de nuestra historia en que se produjeron esos hechos y podemos responder sin ataduras ni miedo ni temores ni cesuras al desafío de escribir y narrar hechos de nuestra historia para desmentir la "historia oficial" trujillista que ha sido la historia de las desventuras, desdichas y miserias humanas. Una historia que ha sido contada por ladrones, asesinos, violadores, maipiolos e imbéciles al servicio del envilecimiento y la genuflexión. Porque la "historia oficial" ha pretendido traficar con el cuento de que, el decreto del bastardo sobrenombre fue «por ser los primeros pobladores» de la comunidad, hecho documentalmente mentiroso, que no es más que la manta para ocultar la historia de horror, sangre y violencia (de un individuo como JEB que actúo la noche del el 1 de junio de 1930 en el cobarde cuádruplo asesinato -en Las Canas, San José de Las Matas-, de VIRGILIO MARTÍNEZ REYNA, su esposa ALTAGRACIA ALMÁNZAR, embarazada y de EMELINDA ALMÁNZAR), que si fueron las verdaderas parteras de esa infeliz denominación nunca asimilada por los hombres y mujeres dignos de Navarrete.
En su momento no hubo la acostumbrada repulsa a tan burda medida fruto de que quienes maniobraron tal acción lo hicieron en forma subrepticia, disimulada para no alterar los ánimos, las heridas sangrantes y que luego todo se diera por hecho. Hay que entender que esa fue una época en que nadie estuvo exento de aparentes buenos modos, ya que el régimen de Trujillo creo un ambiente de desconfianza entre los ciudadanos. Habíamos entrado a un reino de sombras y miedo de los peores modos imaginables, donde los Navarretenses sobrevivieron en medio de una realidad fatídica, siniestra y demoledora, luchando por imaginarse en cada anochecer cómo lograr despertarse con vida residiendo en «una "hacienda" donde Trujillo era el dueño y los habitantes eran sus "peones"». Razón ésta que obligó a muchos Navarretenses que al estar cargados de dignidad y posibilidades de marcharse del país lo hicieron para evitar que los agentes locales de Trujillo le violaran sus esposas, e hijas y prefirieron el exilio voluntario a una vida bajo la humillación en un momento en el que el silencio, el anonimato y la ambigüedad significaban supervivencia.
Y lo que muchos no entienden hoy: esos sujetos -como el forajido José Estrella y su banda de matones asesinos de mujeres embarazadas y hombre durmiendo y enfermos-, eran los elementos verdaderamente peligrosos para los habitantes de Aldeas como Navarrete, ya que ellos ERAN EL TRUJILLO en cada una de estas comunidades y como tales se comportaban y así lo hacían saber, lo daban a entender y lo sentían en su pellejo los habitantes frente a las actuaciones de estos abusadores y oportunistas que vivieron toda la vida en la sombra del dictador violando mujeres, adueñándose de las tierras y propiedades de que eran despojados los opositores de Trujillo que se veían obligados a dejar el país, como sucedió aquí con decenas de notables familias verdaderamente originarias de esta Aldea, tales como: los Asencio, los Domínguez-Cabrera, los Santelises, Los Lihgowt, los Oquet, los Espaillat, los Mumne, los Coquete, etc., etc.
El propósito de esta investigación no es herir susceptibilidades de nadie. Sabemos que hay madres y padres cuyas hijas fueron víctimas de violación de estos forajidos locales, de los cuales conservan nietos o nietas. Conocemos que hay tierras y propiedades en manos de esos salteadores, tierras que son propiedad de Navarretenses que fueron opositores a Trujillo o simplemente porque fueron partidarios del presidente Horacio Vázquez (1928), que fuera despojado del poder a raíz de que el Contralmirante Invasor Thomas Snowder de la Armada de los Estados Unidos y gobernador militar de Santo Domingo 1916, designara a Trujillo Jefe del ejército, posición desde la cual tomo por asalto el poder político del país“convirtiendo a la República Dominicana en una hacienda a sus habitantes en peones”.
Las tareas por el rescate de nuestra memoria histórica no son una misión para destemplados, vacilantes ni mediocres conformistas portadores de la miseria humana más abyecta frente a los hechos históricos resientes de nuestro pueblo en las que sus nativos se vieron confrontados a elementos forasteros que desde su llegada a estas tierras creyeron que los oriundos eran sus lacayos al hacerlos sentir como ciudadanos de categoría inferior. Navarrete ha sido un pueblo víctima de los forasteros que se han burlado de la hospitalidad que los ha caracterizado, ya que siempre estuvieron dedicados a sus actividades productivas en la agricultura, ganadería, comercio, etc., soslayando su interés por la actividad política como forma de vida, que ha sido -por lo común-, el fuerte de los allegados; y porque el Navarretense nativo, al no soportar a forasteros presuntuosos, creídos o petulantes prefirieron auto marginarse o emigrar para no estar dirigidos por asesinos, violadores y ladrones de sus tierras y propiedades, en cambio otros, optaron por la entereza pagando muy cara su resistencia.
UNA PREGUNTA PARA LA REFLEXION:  ¿Cree usted justo se le cambiara el nombre original de
un pueblo como NAVARRETE con más de 200 años de historia para ponerle el
de un sujeto que no era nativo de aquí, que asesina mujeres embarazada y
durmiendo, y a un ciudadano enfermo y en cama?
 

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