martes, 22 de diciembre de 2009

LEONARDO -TITO- BUENO

Auténtico e inequívoco sembrador de los cimientos progresistas de la urbe Navarretense


Por: Dionny Cabrera Pérez

Ustedes saben que después de que fuera decapitada la dictadura de Trujillo en 1961, se inicia un proceso "democratizador" monitoreado por la Embajada quienes habían establecido el llamado Consejo de Estado hasta la convocatoria a elecciones nacionales y municipales de diciembre en 1962, en las cuales salió electo el profesor Bosch, del PRD, como el primer presidente escogido democráticamente al vencer a Viriato Fiallo de UCN; y el señor Bruno Mercado se alzo con la sindicatura del municipio al derrotar a UCN. Siendo este el primer sindico electo en forma democrática en este municipio.
Pero resulta que ni Bosch ni Bruno Mercado pudieron llevar a feliz términos sus acrisoladas gestiones ya que una asonada golpista de la Embajada y los grupos oligárquicos y reaccionarios los echaron del gobierno un 25 de septiembre de 1963, hecho sombrío que significó un marcado retroceso al proceso político democrático que iniciaba la Republica Dominicana. Consumado el golpe, los conspiradores instauraron -bajo las ordenes del la Embajada-, El Triunvirato. Las acciones de este gobierno de facto conllevaron las reacciones guerrilleras de Manolo Tavares Justo y su dolorosa caída en Las Manaclas a consecuencias de las imprevisiones y las acciones celadas de la Embajada y sus agencias.
Y así llegó el glorioso 24 de Abril, cuando militares y pueblo se fundieron para producir una acción ejemplar que liquidó a los Golpistas del Triunvirato existente y repuso el gobierno de Bosch en un primer momento con el coronel Francisco Alberto Caamaño a la cabeza. El gobierno de García Godoy celebró elecciones el 1 de junio de 1966, con las tropas Norteamericanas pisoteando la Soberanía de nuestro país, y los sumisos militares dominicanos envalentonados al contar con la presencia de tropas extranjeras, lógicamente ganó la presidencia el doctor Balaguer.


Idéntico, aquí resulto ganador el señor Netico Vargas, seguidor del Lic. Augusto Lora, del Partido Reformista. Luego en 1968 resultó ganador el hacendado Nene Bisonó, como consecuencia de que Bosch y el PRD asumieron la línea abstencionista, es decir, se negaban a participar del proceso alegando que se recurría a un "matadero electoral" ya que las elecciones eran un proceso viciado donde no había garantías de que se respetara el voto emitido por cada ciudadano, por ello en el año 1970 dicha ausencia favoreció la elección a Bolívar Borrelly y en 1974 a Leonardo -Tito- Bueno. Bajo el mandato de ninguno de los síndicos electos, hasta 1974, sucedía un solo hecho histórico revelador de cambios en los órdenes urbanísticos y/o sociales que había estado reclamando la población navarretense. Por ello, la inesperada llegada de Tito Bueno a una sindicatura, que desde ...1961 fecha de la engañosa declaración de municipio hasta el 16 de agosto de 1974 en Navarrete no se había producido la ampliación o extensión de su cerradísimo casco urbano de una Aldea que Tito Bueno la encontró naufragada, como desafío a su modestia, para rescatar su fortaleza interior y sus reveladoras debilidades subyacentes que las energías de este político progresista encontrarían para dar el salto histórico que Navarrete requería en ese instante, asumiéndolo como un real reto histórico para él como navarretense.

Contrario al común de las elecciones municipales anteriores, a Tito le correspondió participar en el proceso electoral de Mayo del 1974¹ y eso fue como esperar inmóvil en un jardín para ver pasar la caída del atardecer, como anuncio y evidencia de que el Poder es tan débil y pasajero como un crepúsculo. Porque era la dicha que retornaba esta vez con las primeras luces del nuevo día, no sé si como consuelo a los Navarretenses por la terca abstención electoral del PRD de Bosch o un desafío a Tito en función al reto que significaba para él dirigir los destinos de su pueblo, afán que, en su calidad de -Monaju³- y de ex-catorcista, siempre quiso ver cristalizado su anhelo de demostrar que se podía hacer realidad los ideales que le dieron convicción para intervenir en las actividades políticas sociales siempre suspicaces y cargadas de la esperanzas que eternizan el estado de cosas.

Desde medidos de la década de los años '60 se emprendió una iniciativa de inquietud social que aglutinó a personas de los diferentes estratos sociales y que estaban preocupadas por el auge y la fuerza que había tomado el negocio de la trata de mujeres (prostitución) que se había convertido en una afrenta para la sociedad. En esos años la Aldea de Navarrete adquirió inusitada fama, pues era como un gran prostíbulo con callejuelas, casas, iglesias, medios de transporte, escuelas, negocios, autoridades...y habitantes, unos conformes con ser cifras estadísticas, otros en la mejor disposición de hacer variar esa realidad, asumiendo el rol que debió corresponderle ante semejante desvergüenza social.

No obstante la gravedad del problema de la prostitución, pasaron diferentes ejecutivos municipales desde la caída del Tirano en 1961, siendo los sucesivos síndicos electos democráticamente, si no indiferentes, al menos, no mostraron el menor interés frente a ese reclamo de la población, puesto de que además, este negocio estaba estrechamente vinculado al poder político (funcionarios, policías y militares) quienes abusando de sus atribuciones se convirtieron en los principales defensores de esos centros de meretricio por los beneficios que muchos de ellos obtenía no sólo de sus dueños... hasta que emerge la figura de Tito Bueno como candidato a sindico, quien al ganar la sindicatura en 1974, va mucho mas lejos que los demandantes y asume la sabia decisión de gestionar ante el gobierno para que uno de dichos locales fuera comprado por Bienes Nacionales, convirtiendo así el "Bar Vesubio" en El Comedor Económico; en cambio, el Bar de Martina Bozo y el cabaret "Aurora" lo cierran y dan apertura a dos calles perpendiculares, poniéndolo en evidencia y rompiendo así su mítico enclaustramiento para los asiduos parroquianos; peor suerte corrieron el resto de prostíbulos y casas de cita que como semilleros estuvieron proliferaron en este municipio; estos hechos puestos en ejecución por la administración de Tito le atrajo el respeto del "Comité Contra la Erradicación de Prostíbulos" quien junto al entonces sacerdote Amable Ramírez, de la iglesia católica, habían llevado la voz cantante en esa lucha contra los centros de prostitución, inclusive ese organismo había realizado varias marchas, que en su momento fueron reprimidas con bombas lacrimógenas por policías en la misma iglesia.

Tito Bueno demostró -en el ejercicio traslúcido de la sindicatura municipal-, que las carencias presupuestarias, las limitaciones de recursos técnicos, equipos o maquinarias no son obstáculos para la acción cuando hay talento, si no insípidas excusas de seres sin inspiración para servir a la sociedad; Tito confirmó que es la fuerza de voluntad sumado a la creatividad, la inteligencia emocional y, poner atención a las necesidades y reclamos del pueblo lo que realmente hacen la diferencia, lo que él deseaba hacer lo hizo siempre aguzando el oído al clamor popular, no obstante tuvo la convicción de que esas acciones eran como las huellas del camino -hoy corroborado hasta la saciedad por quienes lo sustituyeron-, ya que "jamás colocaron de nuevo sobre las antiguas pisadas, las nuevas", sólo cuando se carece de ideas, se es indolente y estando -cual mezquina extraña-, desprovistos de las imprescindibles reminiscencias que nos regalan la memoria vivencial e histórica del desarrollo del municipio en que hemos vivido.

Con la cabal actuación de munícipe, Tito puso de manifiesto que ejercer la sindicatura es un hecho complejo pero que realmente es simple cuando la actuación es diáfana, transparente, lo que la hace difícil son las desmedidas ambiciones personales al no saber guardar las apariencias en obras falsas adjudicadas en contra del presupuesto, el no tener limites en malversaciones, nepotismo, desmanes y sobre todo las ausencias de exactitudes y esmeros en la rendición de cuentas que la sociedad ha reclamado en plenitud de derecho, lo que convertiría a la actual administración en reo de la soberana justicia popular.

Los nuevas urbanizaciones estimuladas por la gestión de Tito Bueno hicieron posible la materialización de grandes negocios inmobiliarios posteriores, al calificar como suelo urbanizable grandes extensiones de terrenos, que llegaron a producir enormes plusvalías a los propietarios de antiguos suelos agrícolas hoy urbanizados. Además, con las nuevas obras de infraestructura instaladas y los nuevos barrios residenciales construidos (Los Jeremías, Duarte, Villa Tabacalera, etc.) estas pavimentaciones sufrieron una excesiva especulación en el mercado de valores, que originó una densificación muy superior a la definida en la planificación original de Tito y su visión desarrollista. Su agudeza de perfeccionamiento iba camino a lograr el crecimiento ordenado, no arrabalizado del municipio, razón por la que, en su gestion1974-1978, contribuyó a la edificación de los únicos proyectos urbanísticos ejecutados en Navarrete por el Estado Dominicano hasta hoy día 2009). De ahí que las cercas, fincas y potreros que la delimitaban desaparecerían definitivamente y el crecimiento de la antigua Aldea y su explosión tendría lugar hasta límites insospechados.

La ejemplar e irrepetible administración de este ciudadano y, sus tangibles y evidentes resultados treinta y un años mas tarde, pone cada día al desnudo, con las inagotables arsenales financieros del ayuntamiento de hoy, que son los Ejecutivos del municipio los que destruyen o no el equilibrio social, su reputación y su crédito público, acumulando banalidades que nunca les servirán a su (buen nombre) honradez, que sólo serán cargas para su pesado fardo y para su sombría e imborrable imagen de ex que llenaría de vergüenza a sus ascendientes y descendientes cuando se estudien con frialdad las huellas dejadas en la institución Ejecutiva del municipio.

Su fecunda creatividad -en el período de las vacas flacas que le tocó regir-, estuvo dirigida por la exuberante fuente de imaginación poseída, cuando los exiguos recursos presupuestarios y materiales se agotaban, cual mago del oriente buscaba en el pródigo manantial de su inventiva que es infinita, y trabajaba para reponer esas enmarañadas minucias, ahí radicó la gigantesca diferencia frente a sus sucesores -en la época de las vacas gordas-, en el cargo; en su gestión no se destruía lo que había ni se lanzaban al aire vanidoso como si ningún esfuerzo costó el adquirirlo, no, eso sería torpe, lo que él trató siempre -de demostrar con su participación personal y directa en el quehacer del municipio-, es que no permitamos que la cosa pública sucumba ante nuestros ojos si podemos remediarlo hasta por cuenta propia. Demostrando así su respeto y enaltecimiento por los bienes del pueblo, sin poses filantrópicas con los bienes del pueblo ni egoísmos banales.

Entre las obras de infraestructura básica y que han sido un gran aporte a la transformación de Navarrete en una gran urbe podríamos mencionar:
La Canalización del Arroyo Guanábano, cuyas aguas al desbordarse por la parte noreste de Navarrete inundaban desde Los Candelones hasta El Bolsillo, por lo que la llegada de los periodos de vaguadas o tormentas tropicales lluviosas generaban la crecida de este arroyo, lo que constituía una pesadilla para los navarretenses, ya que implicaba destrucción y perdida irreparable de utensilios y mobiliario de muchas casas y familias lo que representaba una segura tragedia para nuestros pobladores, desventura que al contarla hoy requeriría de una extraordinaria imaginación del receptor;

La Construcción de los actuales locales de la Escuela JMI, el Liceo PME, el Hospital, el Parque, el Matadero. Es justo recordar que al movimiento estudiantil de los años '70 le correspondió asumir su rol histórico, ya que en esas precisas circunstancias se producía el mayor crecimiento demográfico de la población escolar, lo que generaba el déficit de aulas, pupitres/butacas, profesores, etc., por lo que, al producirse -también en ese momento-, el surgimiento local de las Organizaciones estudiantiles, le correspondió al FEFLAS-FELABEL ser la entidad que dirigió todo el proceso de lucha y reclamo con el objetivo de que el gobierno construyera el nuevo local de la EJMI (1974); También, en esa etapa ya se había hecho efectiva la Oficialización del LPME que funcionaba en horario nocturno y los estudiantes fueron transferidos al antiguo local de la JMI en la mañana, frente al parque actual, hecho que generó un increíble crecimiento de la población estudiantil, ya que además, nuestro liceo le dio albergue a decenas de estudiantes que venían de otros pueblos vecinos como: Altamira, Villa Gonzáles, etc. Todas estas circunstancias favorecieron para que el insipiente movimiento estudiantil tuviera razón de ser, pues había mas que razones para reclamar de las autoridades de turno la construcción de un nuevo local para los estudiantes de secundaria, acción en la que se vio directamente involucrado el sindico Tito Bueno, el fundador y director del liceo Rafael Guadalamar Barranco al encauzar comitivas que junto al FEFLAS-FELABEL se proponían conseguir las demandas ante el Gobierno Central, lográndose, al combinar las luchas callejeras con las gestiones directas, también la edificación del actual local del Liceo PME (1975);
Estaría demás destacar la decenas de obras esenciales y básicas como la construcción del Hospital, el Matadero, el Parque, El Comedor Económico, el primer acueducto, el trazado constructivo del actual perímetro urbano municipal, ya que fue quien gestionó ante varias familias las difíciles platicas para lograr que muchas de nuestras calles que no tenían salida, pues estaban bloqueadas por conucos, solares o viviendas, etc., y este le buscó una salida armoniosa que facilitó el que hoy muchas de las calles como la Daniel Goris, La Mella, Arturo Bisonó, La Gastón... así como muchas calles de los barrios Duarte y el Sector La Mella, etc. tengan el fácil acceso que exhiben.

Tito fue siempre excesivamente receptivo y un facilitador de los reclamos del movimiento estudiantil y popular de su época, conminándolo siempre a la creación de comisiones que junto a él realizaban cuantas gestiones fueran pertinentes para que las necesidades latentes fuesen resueltas por el gobierno.

Mantuvo invariable su respeto a los disidentes de la política del gobierno su partido reformista - muy a pesar de ser una figura prominente del llamado "Grupo de los 100" del régimen balaguerista de los 12 años-, fue siempre indulgente, al mantenerse al margen del "reformismo de la sombra". Él entendió que el derecho a estar en desacuerdo en todo conglomerado social es tan imprescindible que la reacción ante su práctica deja rápidamente evidenciado la calidad y altura de la democracia de esa sociedad. Aceptar y promover que haya quienes piensen diferente a los sustentantes del pasajero Poder político garantiza el crecimiento y progreso social, fue su tesis. Nunca admitió que el mundo es blanco y negro.

Nos correspondió, como a muchos otros de mi generación, ser adversarios políticos de Tito, pero que sentimos orgullo porque realizamos una oposición firme, ecuánime y de mutua colaboración revolucionaria a su gestión, pues Tito fue el sindico en quien se podía confiar no sólo en sus palabras si no en el uso incorruptible de los recursos público que le correspondió manejar sin un sólo escándalo ni hechos que lastimaran su honra que hacen galas con su apellido paterno.

Siendo el ejecutivo municipal y dirigente del PR nos llegamos a reunir a instancia de él en su residencia Jaime Reyes, Tomas Disla y quien suscribe, entre otros, siendo nosotros en ese momento histórico, dirigentes locales del MPD, concientes de que ni se le iba pegar nuestro sarampión a Tito pero mucho menos una sola mancha de sangre había salpicado su condición de reformista, pues tanto en él como en nosotros lo que primaba era el interés supremo de buscarle solución a los diferentes problemas que patentizan el aplazamiento del desarrollo social y quedarse de brazos cruzados ni fue su conducta de hombre público ni fue la actitud nuestra como parte del movimiento social y popular de ese tiempo. Tito nos permitía creer con fe ciega en la palabra empeñada sin escribir nada ni necesitar testigos para que el sagrado compromiso fuese honrado de forma espontánea, porque tenía más peso que todas las leyes juntas.

Tito, durante su gestión sostuvo la iniciativa de estimular, dar apoyo y contribuir al desarrollo de actividades deportivas, culturales, recreativas, etc. En ese sentido estimuló la constitución de los primeros juegos intermunicipales de voleibol de la provincia de Santiago, conjuntamente con los clubes deportivos y culturales de esa época; Promovió giras de estimulo y apoyo a los estudiantes de término mas destacados o sobresalientes del bachillerato en el LPME, llevándolos la Primera Feria del Libro (1974), así como a los diferentes centros históricos y culturales de Santo Domingo y otras ciudades; También brindó su entusiasta apoyo logístico para la realización de la Primera Semana Cultural organizada por la UNESUNA en 1977; Cedió el terreno a la iniciativa de UNESUNA para la construcción de la tarima de la hoy Plaza de La Cultura "Ñico Lora, cuya denominación fue por iniciativa del Grupo de Pastoral Juvenil; Tito Bueno tuvo la prerrogativa de entregar formalmente, a la UNESUNA la recién inaugurada Biblioteca Municipal (!976) para que fuese dicha entidad la que se encargara de dirigir, suplir y administrar, medida que luego en agosto del 1978 fue revocada a la fuerza y con amenazas innecesarias por parte del sindico electo del PRD, señor Elvido Mena, hecho que se produjo mediante esta histórica frase lapidaria: "Compañeritos, entréguenme las llaves de la biblioteca, de lo contrario los tranco y voto las llaves, si señor".

Recuerdo que cuando asumió la sindicatura adornado su espíritu Catorcista por una fogosidad patriótica única e iluminado por la convicción de que navegaba por encima de las crestas de la historia, jamás vaciló un solo instante ni dejo de asistir al ayuntamiento por flojedades, falta de voluntad, asedio de pedigüeños, reclamos de los pobladores, etc., etc., esas nunca fueron excusas para Tito ausentarse un solo día de sus responsabilidades como sindico, que fue capaz de asumir como suya la mas simple e inverosímil de la tareas de un cabildo típico de una Aldea en ciernes que, cual Don divino cayó bajo las riendas de un navarretense de su gallardía, fantástica vocación de servicio y experiencias probadas. Cuán distante y distinto fue la administración de Tito ante estas últimas dos continuidades de gestión municipal cuyo cuadro alienado, esquizofrénico y frenético ha sacudido de un extremo al otro a la sociedad navarretense sin que un sólo santo de sus altares haya caído para beneplácito de los que rechazaremos siempre a las personas que han hecho de la política el mas inescrupuloso de los negocios de vagos, demagogas, corruptos y sinvergüenzas de toda talla y calaña, ambiente que nunca fue el escenario de la sindicatura de 1974-1978.


Su impecable gestión municipal fue una esperanza hecha realidad, una misión que rebosó la expectación de los navarretenses, cuyos frutos se proyectan en el tiempo y el espacio imperecederos, y que sobrevoló como ave profética al presentir los malos augurios que sobre la antigua Aldea caerían como consecuencia de que, quienes le sustituirían no estaban dotados de la capacidad y el talento de su predecesor, quienes con sus acciones no han hecho mas que ahondar en sus demostradas limitaciones y carencia de inteligencias, responsabilidades y visión de progreso. !Pasaron y sólo tenebrosas manchas enseña el envoltorio de su conciencia portador de mal olientes traspiés a cuestas!


La noche del 15 de junio 2009, ocasión en que los moradores de Mejía le rindieron merecidísimo homenaje a Tito, por haber construido el "Parquecito Corazón" -el primer parque del municipio-, percibí, en el brillo de sus ojos, que sintió le erguía un olvidado orgullo, y con una rápida rotación de la cabeza espantó la lágrima que estuvo a punto de asomarse en su dilatada pupila calmada por la presencia de un significativo grueso de mejieros que jamás "le muerden un dedo a quien les da la mano".


La ingratitud duele, es hija menor del olvido, ella es la partera del egoísmo inhumano salvaje y brutal que acompaña a los pueblos con escasa tradición, apego a sus valores y respeto a sus pro-hombres. Sin darse cuenta, supo que el olvido es una forma atenuada de morir permaneciendo vivo, por eso al igual que él sentí el peso angustioso de su silencioso dolor cuando remarcó que en toda su vida había sido ese el único reconocimiento recibido como ex-sindico.
A Tito, le respondería que no es así, pues ya en Abril de 1979 la Unión de Estudiantes Universitarios de Navarrete -UNESUNA- había reconocido, mediante una respetable distinción a la gestión del "Munícipe Distinguido del Período 1974-1978", efectuada en el local del Club Recreativo "Navarrete"; también no recordar ese momento podría ser causa del mismo pesar en otros por la misma dosis de inoportuno lapsus de olvido sobre un hecho ocurrido 30 años antes. !!Turbadas y revueltas, las aborrecidas tramas de la historia que parecen incomprensibles, porque en el escapulario de la lucha sólo importan las cuentas de las traiciones, olvidos y desengaños!!
A treinta dos y años del acontecimiento, envejecidos sin remedio, en estas calles de mortajas ardientes, donde sestea el chirrido de batallas perdidas por unos utópicos y dignos pendejos, batallas ganadas por combatientes populares sin ambiciones ni buscadores de trofeos, y navegando en medio de las grises ráfagas que se hospedaron en las dobleces de la defunción en vida que acompañó a los gobiernos municipales desde la salida de Tito Bueno a la fecha de hoy día, gobiernos posteriores que han navegado cual velero en mar caribe revuelto y brutal en plena temporada ciclónica, donde nadie duda que hayan terminado en el fondo del mar como las antiguas goletas de piratas ingleses y navíos españoles cargados de oro y maderas preciosas o embelesándose en el ensombrecer de su infeliz memoria que siempre estarán ausente de admiración y respeto colectivo de la historia contemporánea de los Navarretenses.


Como Navarretense no quiero que estas expresiones pudiesen ser vistas para guardar las apariencias bajo frases triviales de gallardía que suenen políticamente falsas. No, nuestra reflexión lleva muchos años de cabalgar en el latido de nuestro diario vivir. Se que si las lluvias enmarañadas y encrespadas al interior de la historia sincrónica vivida, por los hijos de Navarrete, se remansan como deben, pudiera darse el verdadero resurgir digno y levantisco que nos he característico como pueblo colocado en el obligado trayecto liniero y de la Costa del Atlántico.

Ni las puertas del ayuntamiento ni las de su casa estuvieron NUNCA bajo la vigilancia de odiosos espalderos ni policías apostados para impedir que algún ciudadano tuviese acceso a él en su calidad de sindico o de alto dirigente del Grupo de los 100 que tenia acceso directo al Dr. Balaguer en la plenitud del gobierno de los 12 años, tan distinto y distante a la gestión 2002-2010 que se caracterizó por implantar una tragedia histórica municipal dirigida, políticamente, por una déspota histriónica artificiosa, con alma y conciencia de simuladora sin reparos de un pueblo recio y decidido que fue deshonrado por una advenediza cuando perdió la suspicacia ante los corruptos impunes, donde prácticamente ha habido una guerra calculada y sucia por mas de una década, que por las manipulaciones que tuvo de esa sórdida y cínica fémina, por cuyas groseras patrañas murieron decenas de jóvenes en condiciones condenable, execrable, aborrecible... que no describo porque siento nauseas al recordarlo y se que también podría provocar idéntica reacción al lector; les cuento que aquí no hubo prisioneros políticos, -no era necesario-, pues los jóvenes desaparecidos eran acusados y calumniados antes de ser perseguidos o arrestados bajo fuego y sus cadáveres eran recogidos por los uniformados con formal vocación de sicarios o matones y ni los familiares podían acudir a honrar sus restos bajo el riesgo de muerte.

Cuando el fantasma de fanatismo político deje de ser la guía para la acción pública y privada de los ciudadanos, el trabajo que contribuyó a crear las bases para transformar una Aldea en ciudad forma y configuración, es decir, con una vida morfológica única y excepcional les corresponderá ese gran mérito, por justicia, al señor Tito Bueno, ex-sindico municipal de Navarrete. Sin que con ello neguemos el significativo aporte realizado por los pobladores en general y las organizaciones en particular al empuje como demandas sociales y reivindicativas para que, esta y no otra, sea la historia, no engañifas patrañas como las que se suele hacer en el presente con las millonarias fortunas que maneja la sindicatura de Navarrete desde el año 2000 basado en la nueva ley que le otorga el 10% del Presupuesto Nacional a estos organismos municipales.

Hoy que el mundillo de Navarrete -idéntico al país- esta lánguido, por la tribulación de la ambición desmedida de algunos funcionarios del sector público y privado cómplices de la corrupción galopante, cuya existencia debe ser desgraciada, ya que los azarosos tormentos y funestas torturas de privaciones a que han sometido a sus semejantes, al dar riendas sueltas a sus carencias materiales en desmedro de las espirituales será su culpa eterna, unos se arrojarán donde nadie los conoce al dispendio de sus fortunas mal habidas, otros no soportarán la falta de la vida que acariciaban a coste del pueblo y recurrirán a ocultarse de sus semejantes en sus madrigueras urbanas, pero de su conciencia desgarrada !jamás!, hechos que de ningún modo ha sido ni será la situación de Tito como ex funcionario municipal, cuya vida fluye sin un solo sobresalto ni temor ni miedo, aferrado a su entorno familiar y laboral.

La solidaridad es un valor que sella, rocía y contagia el camino con un indestructible pigmento cual "pedazo de alma que se arranca sin piedad", ni misericordia ni clemencia como practicarla desde el poder sin petulancia, sin engreimiento, sin soberbias, sin malquerencias, sin arrogancia, sin iras, como es hoy. Esa fue la grandeza de Tito Bueno en su calidad insuperable de sindico que hizo historia por haber sido un desarrollista visionario identificado a plenitud con el palpitar social y los reclamos de su pueblo al que acompañó con la imperturbable tolerancia que le caracteriza a este navarretense autentico.

Tito actúo siempre con un tranquilizador afán prendido en el pecho que le llenaba de sueños que día a día iba ejecutando cual diestro tallista puliendo materia y dándole forma. Supo darse las manos con su pueblo desde su postura en el MR-1j4, que nunca ha dejado ser, hasta el recoveco de la última estación política en la que ejerció verdadero y autentico liderazgo al que desestimó ponerle alas y echarlo andar mas allá de este entorno provincial para beneficio de las nuevas generaciones, pero se impidió así mismo y a quienes confiábamos en su creativa idoneidad desarrollista condescendiente. Se abstuvo de hacer andar su figura e imagen políticas mas alto por modestias, carencia de vanidosas ambiciones de Poder y la característica de su personalidad metódica, fría y que no se presta a presunciones ni caprichos ni confabulaciones ni conciliábulos ni acuerdos de aposentos que iban en detrimento de la sociedad de sus ardores y empeños.
La complicidad de los fulgurantes rayos de luz que emanaban de sus radiantes pupilas al crisparse hacían danzar sus ojos al compás de la sonrisa instantánea que se extendían cuando contraía los desafíos de nuevos proyectos para engalanar y componer la polvorienta Aldea donde todo estaba por hacerse y que le correspondió contribuir a sentar las bases para transformar en Ciudad, hasta parir nuevos propósitos que innovaba a cada instante, cual alquimista fascinante en el laboratorio de la vida, idéntico a un Soplo de Dios en medio de un caserío semi urbano de inundados y barrosos trillos, guazábaras de aguijones voladoras con el Sol de meridiano e infinitas carencias acumuladas por los olvidos oficiales que corrigió con realizaciones tangibles e inequívocas, es decir, incuestionables, innegables, matemáticamente irrefutables, axiomático, cierto, evidente y probado como Auténtico sembrador de los cimientos desarrollistas de la actual urbe Navarretense.

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