sábado, 22 de diciembre de 2012

¡Ser Navarretense! ¡Es un honor, un orgullo!
  Por: Dionny Cabrera Pérez       correo: dionnycabrera@hotmail.com

  
Porque como dijo Marti: "El sol quema con la misma luz con que calienta. El sol tiene manchas, los desagradecidos no hablan más que de las Manchas. Los agradecidos hablan de la Luz".
                                                
Navarrete, Julio 24 2011- No hay duda que Navarrete es una comunidad atractiva, pegajosa, generosa, hermosa y noble. Esta desprendida y rumbosa tierra que nos vio nacer nos ha dado mucho más de lo que nosotros le hemos devuelto. Tierra esplendida con propios, inmigrantes y extraños, con quienes aquí nacimos como con aquellos que la adoptaron por circunstancias diversas, para cobijarse en su celeste techumbre y por supuesto, en sus tradiciones.
Navarrete, la tierra pródiga, dotada por la generosidad de Dios –no se si como sal, castigo o privilegio-, de todo aquello que el ser humano podría desear, ambicionar. Tierra Amada y venerada por sus hijos auténticos, pero también tierra traicionada. Porque la traición es lo que convirtió a nuestra tierra en el actual botín de quienes han ambicionado quedarse, adueñarse de ella como el trofeo del caudillismo de dinosaurios locales que, cual genoma humano y su ADN conforma la conducta de los políticos dominicanos desde el siglo XIX.
La desorganización morfológica de sus espacios habitables, las rivalidades político-sociales -hijas del atraso social y educativo de sus principales actores socio-políticos-, porfías y querellas que no son nuevas, la han mantenido de alguna manera secuestrada políticamente. Nuestra tierra, por su estratégica localización geográfica, esta predestinada seguramente a ser una Comunidad Pujante, Grande, si cortáramos la raíz a esa pobreza material y espiritual en la que la mantienen sumida el grupúsculo de degenerados que la gobiernan en cada turno.
Y justamente, esa forma y/o manera en que los políticos analfabetos ejercen su gobierno local es una traición a este pueblo digno de mejor suerte. Porque no darle al pueblo bienestar y pensar en el beneficio personal solamente, es traicionar los ideales de quienes lucharon y ofrendaron sus vidas por dejarnos una tierra libre para convertirla en un proyecto de sociedad, vigoroso, que fuera el ejemplo ante los demás pueblos del país y del mundo entero.
Navarrete es el Nombre Definitivo de un pueblo Indestructible. Aquí, Trujillo asesinó a Eugenio Litgow, Pedro María Espaillat, Manuel Mera, Los hermanos Asencio, etc.; torturó en sus mazmorras a Ulises Francisco Espaillat, Manuelito Mera, Arsenio Mera, a Plinio Tavera, etc., etc. Igual el régimen de Balaguer liquidó a los combatientes antitrujillista y de Abril ’65: Rafael Cabrera –Talua- en la cárcel La Victoria, a Juany Bisonó Mera en una emboscada trapera tendida por el sargento De la Rosa, frente al Cuartel de la P.N. de aquí; mataron a Juan Guzmán en forma ruin y cobarde...Crímenes de lesa humanidad que nunca fueron investigados ni los asesinos traducidos a la acción de la justicia. Ya en la supuesta democracia, durante el gobierno de Guzmán-PRD fue torturado y asesinado en la antigua cárcel San Luis de Santiago el también combatiente de Abril del 65: Candelario –Cande-Polanco, acción dirigida por el criminal policial Paulino Reyes Deleón. Otro crimen cobarde fue el que se cometiera contra el dirigente del Falpo: Gabriel Torres, durante el gobierno de Hipólito-PRD.
Pero el record en crímenes alevosos, llenos de oprobios, bajezas y cobardías se lo han llevado los gobiernos de Leonel-Amantina. Como turbios y extendidos han sido sus periodos así de larga ha sido la lista de asesinatos ocurrido bajo sus fatídicos mandatos. Crímenes que hasta el pasado 30 de mayo 2011, con el asesinato de Emmanuel Cruz, se han llevado la vida de más de una larga docena de jóvenes. Y, a los que no pudieron asesinar –en su momento-, los mantienen bajo asedio y asechanzas en prisión acusados de falsos hechos, razón que los coloca en la categoría de presos de conciencia o presos políticos…
Por la generosidad de nuestras gentes, a nuestra comunidad la han saqueado siempre; desde el forastero o inmigrante ingrato, malagradecido que se robó parte de nuestra riqueza traicionando la amistad que los nativos le ofrecimos en forma solidaria, desinteresada o generosa o aliado a un Guacanagarix que nunca falta.
Y la siguen saqueando hoy día aquellos que, a través de los cargos públicos obtenidos por mendicidad, clientelismo y tramposerías groseras, abusando del Poder se han beneficiado ellos, sus íntimos y familiares del dinero del Contribuyente que nos corresponde a todos, valiéndose del nepotismo, la corrupción y la impunidad. Estos hombres y mujeres, los que han preferido traicionar Nuestra Pequeña Patria alimentando su desmedida ambición, antes que devolver lo que a todos nos pertenece.
Pese a todas esas mezquindades, ¡que acogedor y noble es nuestro Navarrete!, que es capaz de tolerar callado los insultos y groserías de una “hija bastarda”, de forasteras/os llegados con la remúa de encima y, hoy aseadas/os y poseedoras/res de bienes mal habidos alcanzados bajo este cielo inmaculado Navarretense, se creen con licencia para hacernos daño al gruñir vergüenzas cuando niegan su residencia aquí mintiendo ser de Santiago, cuando narran sin rubor el actuar cabizbajo de sus hijos sin carácter, genuflexos –idénticos a sus padres-, faltos de firmeza, poseedores de baja autoestima, tan grave que se atreverían negar a su madre. ¡Si no sienten orgullo de Ser Navarretense, es porque el origen de sus padres los hace también renegados!
Mi orgullo Navarretense me desborda en las fechas de domingo de pascua y resurrección –con la tradicional Quema de Nuestro Judas-; en el -ahora-, riesgoso carnaval; en Julio con nuestras Patronales y los Encuentros de Navarretenses Ausentes; en las fiestas navideñas, etc., renace en nosotros el honor, el orgullo de Ser Navarretense, al ver el espíritu de nuestra gente elevarse y ondear idéntico a la majestuosa bandera de nuestra Patria Grande, considerada la más bella del mundo, otra razón de nuestro orgullo, como lo son nuestros Símbolos Patrios que nos otorgan identidad Dominicana.
Cuánta emoción nos da el orgullo de ser Navarretense, esa inmodestia hace palpitar nuestro corazón en forma acelerada ante la felicidad que nos embarga cuando nuestros estudiantes, nuestros grupos de carnaval, de teatro, deportivos… obtienen medallas por sus altas calificaciones al final del curso, trofeos, medallas o carrera o premios por la incuestionable calidad y autenticidad de sus caretas o disfraces como ocurrió hace unos años, etc.
Cuánto orgullo nos da el saber, que a pesar de las limitaciones -ya sea económica o física- Navarretenses realizan su mejor esfuerzo para destacar, para vencer los obstáculos que se les presentan. Obstáculos que superan por iniciativas propias, sin referentes político oficialistas.
Cuánto orgullo nos da el conocer, que a pesar de las dificultades, la carencia de apoyo o atención del gobierno local vemos como Navarrete se llena de Plazas Comerciales, casas hermosas, tiendas, farmacias, mueblerías, talleres de diversas áreas, cafeterías, bancos comerciales, entidades de ahorros, seccionales de cooperativas, instituciones y entidades crediticias, etc., que hoy, en diferentes puntos de Navarrete germinan radiantes muy a pesar de las voces de velloneras que quieren meterle miedo a los imparables inversionistas por la existencia y la presencia de las Organizaciones Populares, las únicas que SIEMPRE han defendido –a costa de sus vidas y el riego de sus familias-, al sufrido y heroico pueblo de Navarrete.
Navarrete: pueblo indomable que siempre ha rechazado con ahínco el caudillismo despreciable de los lúmpenes y presumidos que han vivido a costa del Estado, entiéndase a costa del pueblo, por eso, como venganza de chancletudas, jeepetudos y oligarcas enquistados en el Estado-gobierno, hoy mantienen bajo las ergástulas moradas del régimen caudillista de Leonel-Amantina a TRES PRESOS POLITICOS, acusados de HECHOS FALSOS, con “Los Jueces Severino’s de la Berenice Reinoso", con expedientes pre-fabricados, como queriendo amedrentar al resto, pero se equivocan, la libertad se alcanza a cualquier precio. Y este no ha sido el primer régimen que ha pretendido encarcelar las ideas.
Y es que los hombres y mujeres de las Organizaciones Sociales y Populares han demostrado históricamente que aman a este pueblo, que les duele Navarrete. Con sus acciones, exigencias y reclamos ellos han hecho crecer a Navarrete, han hecho trascender a Navarrete más allá de sus fronteras y la bien ganada referencia de pueblo combativo, indómito, aguerrido y revolucionario. ¡Pésele a quien le pese y duélale a quien le duela! ¡Poco me importa la opinión del grupito de degenerados oportunistas, vividores e hipócritas que venden sus acomodadas opiniones!
¡Quien no nació aquí no puede amar a este pueblo con el mismo fervor que nosotros! ¡Y si nació aquí y no siente amor por, él no le duele que una camarilla de vándalos lo saquee haciendo prestamos ilegales y otros chanchullos; a esos que revisen su Genoma Humano, su ADN, que de seguro en sus ancestros orígenes es un forastero! Un traicionero de nuestra hospitalidad o un traidor de sus antepasados Navarretenses.
Lo he dicho en otras oportunidades y lo repito: ¡Ningún hijo, nieto o biznieto de Isidor Cabrera, Humberta Ulloa, de Florencio Batista, de José Espinal, de Fello Barranco, de Plinio Tavera, de Tatica La de Tango, de Eduardo Matias, de Batín Mercado, de Panchito Bueno, de Jaime Peña, de Bebito Pimentel, de Don Tomas Disla, de Gabino Pérez… y un larguísimo etc., ha violado, atracado, secuestrado ni ha estado vinculado a ningún tipo de delito criminal ni aquí ni fuera de aquí!
Yo alabo el espíritu de nuestra gente por su carácter inquieto, indócil, levantisco, guerrero, combativo, sacrificado, luchador infatigable… ese ha sido el mejor activo de los Navarretenses históricamente…. y quienes mejor han entendido lo positivo del carácter de este pueblo son los inversionistas locales o de otras latitudes que han acudido presurosos a ocupar los espacios vacíos que no alcanzan en las diferentes Plazas Comerciales de Navarrete que se multiplican como la radioactividad. Malo sería que seamos un pueblo identificado por las drogas, la holgazanería, los juegos de azar, la prostitución, etc., etc. Eso si que fuese vergonzoso. Eso si que es una afrenta, una mancha, una tacha para un Navarretense decente, digno, respetuoso.
Navarrete es un pueblo progresista, revolucionario, un pueblo amante de la libertad, la democracia verdadera y que siempre ha rechazado la legitimación de la larga imposición histórica del autoritarismo y del manejo caprichoso que hace que -en las circunstancias como las actuales-, hombres o mujeres que se creen pequeños dioses porque accidentes de la politiquería los ha colocado transitoriamente frente a alguna función pública del gobierno local o nacional, dejando a la gran mayoría insatisfechos con su desvergonzada gestión: ¡Eso si que es una vergüenza para un Navarretense Autentico!
El Navarrete vencedor, ese es el Navarrete que todos queremos, el Navarrete puesto de pie en un tele maratón cuando uno de sus hijos tiene alguna urgencia. El Navarrete que es defendido por sus hijos probados, decentes, respetuosos, nobles, no solo en un torneo deportivo, académico o de carnaval, sino en la vida cotidiana. En las dificultades cuando falta el agua, la luz, el gas, un plato de comida; cuando la salud se deteriora, el medio ambiente es atacado por corruptos, las provisiones encarecen… vemos como brota el consuelo, la solidaridad del amigo, del vecino…el de los moto conchos que salen en masa a defender a uno de los suyos cuando algún delincuente los agrede…
A los Navarretenses –como a todos los caribeños-, nos gusta gritar, bailar, divertirnos, organizar canes, tomarnos un trago; pero también sabemos responder en los momentos difíciles. Nuestra naturaleza, heredada de nuestros ancestros, es de fortaleza. Nada parece vencernos. Somos resistentes al dolor, solidarios en las necesidades. Raza de bronce dispuesta a todo… Y no le comemos vaínas a ¡NADIE! Ni siquiera a los engreídos que se creen el poder es su herencia familiar.
El Navarrete que es de todos los Navarretenses, ya sean nacidos en esta tierra o adoptados. O los Nuevos Navarretenses. ¡Qué más da! Al fin y al cabo todos somos Navarretenses; por lo tanto es nuestro deber defender Nuestra Patria Chica. Nuestra tierra. Si es que nos duele ella más que los miserables y egoístas intereses del fanatismo embrutecedor y politiquero que ha creado el clientelismo corruptor.
“Quisqueyanos valientes alcemos… nuestro canto con viva emoción…” reza una de estrofas de las notas de nuestro hermosísimo Himno Nacional; cada uno de nosotros con nuestro comportamiento podemos y debemos ser un ejemplo para nuestra familia, nuestro País, nuestro Navarrete amado.
Y no se trata de ir a una guerra, no; si no de armarnos de valor para recuperar este Navarrete burlado, herido, maltratado, desolado, vejado, saqueado… que por tantas traiciones e inseguridad ciudadana se nos está yendo de las manos. La migración de los auténticos hijos de Navarrete es preocupante, porque quien se va casi siempre no es por falta de amor a la Patria, sino por la falta de oportunidades en ella.
Por eso nuestro compromiso debe ir más allá de una fecha; debe ser diario, en cada acción que emprendamos. Recordemos a los hombres que lucharon por darnos un suelo libre, una Patria Grande; La Democracia, la Libertad… hombres convertidos en héroes o mártires porque ofrendaron sus vidas y arriesgaron las de sus familias para hacer de lo que hoy es Navarrete un pueblo libre de un país soberano y para que los Navarretenses pudiéramos gozar de lo que nos pertenece.
Recordemos a nuestros héroes, hombres y mujeres, a quienes el amor por su Pequeña Patria, los llevó a ofrendar su Vida. Sintamos una vez el orgullo de ser Navarretenses.
Cada obra edificada en este pueblo contiene en sus cimientos las huellas del dolor, del olor a pólvora, la cara dura de la indiferencia oficial… En cada obra proyectada en este pueblo están visibles las estampas del sudor y la sangre de los caídos en sus reclamos… En cada obra erigida en Navarrete se muestran las estelas grises de los gases tóxicos de la represión de los gobiernos. Cada obra alzada es un capitulo de la historia de este pueblo, sus retos y sus desafíos. Cada obra mostrenca hecha aquí tiene el alto precio de las vidas cegadas al conquistarlas. En cada obra levantada se encuentran empotradas las esencias de los vestigios de la lucha y el combate de sus mejores hijos/as… mártires abnegados en las múltiples batallas exigiendo a las distintas autoridades durante mas de 4 décadas la construcción de las diversas infraestructuras que este pueblo ha requerido como parte de su crecimiento y desarrollo. No debería ser así, pero así ha sido por desdicha e irresponsabilidad de los gobernantes. Y eso porque solo el Navarretense Autentico -cuando se une-, puede producir la alquimia transformadora de su dolorosa realidad generadora de su propio cambio.
Lo grito a los cuatro vientos: ¡Ser Navarretense es para mí un honor, un orgullo! ¡Quien no nació aquí no puede amar a este pueblo con el mismo fervor que lo amamos nosotros! ¡Porque quien ama a su pueblo no le agrede!

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